Pasión por el teatro y la figura de Cervantes

Todo el mundo la llama Mili, amante del teatro irreprochable, y ayer la actriz más esforzada de una 'troupé' de quince personas que ayer representaron en el auditorio José Pernías Calderón tres entremeses de Miguel de Cervantes, dramaturgo de escaso éxito y novelista canónico: 'El viejo celoso', 'Los habladores' y 'Retablo de las maravillas'.

Resulta revelador y, precisamente muy teatral, asistir a los pequeños titubeos de unos aficionados que sóalo aspiran a su propia satisfacción un miércoles por la tarde, durante la reunión de ensayo. La excitación es palpable. El arte es largo y la vida, corta. No para ellos, entregados con energía escolar.

«Este ha sido y espero que siga siéndolo un teatro con una programación increíble», explica Mili, quien reconoce la importancia de los profesores de la Universidad Popular de Marbella. «Las temporadas de teatro ha provocado que haya mucha afición», y lo corroboran los llenos totales en el Festival de Otoño. «En Marbella siempre ha sido mucho de interpretar, hablo de antes de la época de Gil. Ya entonces había muchos talleres de teatro donde la gente estaba muy implicada. Había profesores que transmitían mucha pasión, como Rafael Torán, que marcó mucho», recuerda.

Mercedes Carrillo ha actuado como directora y programadora del teatro durante todo este tiempo». Pequeña y discreta, Mercedes se jubiló el año pasado. Pero anoche dirigió a unos actores en estado de gracia, siquiera aficionados, diletantes, incluso en sus errores. Resulta conmovedor asistir a las palabras de Mili cuando relata la importancia de los técnicos del único teatro de Marbella, cedidos por el municipio.

«No tenemos subvenciones ni ayudas. Nos sostenemos solos, pero el Ayuntamiento nos cede los espacios también», dice. Llevan desde 2017 con la misma producción. No es fácil ensayar, pero todavía se les recuerda por 'Don Juan Tenorio', de Zorrilla.