Ernesto Gainza, empresario y paracaidista profesional
«La sensación de entrar en caída libre es la sensación más bonita que se puede vivir»Ernesto Gainza, empresario y paracaidista profesional
«La sensación de entrar en caída libre es la sensación más bonita que se puede vivir»David Lerma
Marbella
Lunes, 11 de marzo 2024, 00:06
Hace 10 años el hispano-venezolano Ernesto Gainza batió el récord del mundo cuando saltó desde una avión desde 4.500 metros con el paracaídas más pequeño del mundo que se hubiese fabricado hasta entonces. Días después, reconocería, aún no había dejado de experimentar el ... miedo durante la ejecución en Dubái de aquella hazaña deportiva que hoy recuerda en las múltiples conferencias que dicta por todo el mundo. Dentro de una semana, el lunes 18 de marzo, lo hará ante 50 personas en Marbella, en el American College in Spain, cuyas plazas están abiertas gratuitamente para el que desee aprender técnicas para dominar el miedo y la ansiedad.
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¿Fue aquello una locura? Gainza se ríe. «Viéndolo ahora te das cuenta de que realmente no fue tan peligroso para no verlo tan grave, pero aquello requirió mucha preparación física y mental. Tuvimos que prepararnos para controlar el miedo ante situaciones que podrían haber puesto en peligro mi vida», reconoce. Con apenas un superficie de 3 metros cuadrados, tuvo que enfrentarse a una fuerza de gravedad de hasta 7,5G, similar a la que se puede experimentar un piloto de vuelo acrobático o de combate, cuyos cuerpos suelen ir anclados al asiento de la cabina para soportar las grandes aceleraciones.
Ernesto tuvo que soportarlo sin asistencia, aun a riesgo de perder el conocimiento. «Como humanos tenemos un sentido de supervivencia. Cualquier cosa que está fuera de nuestra zona de confort nos produce ansiedad o miedo. Cada uno lo experimenta de una manera diferente. Lo que a mí me produce un 50 por ciento de miedo a otra persona le puede producir 80. Hay que entender e identificar que estamos sintiendo miedo para controlar todas las reacciones físicas: la falta de salivación, el ritmo cardíaco acelerado… Hay que controlarlas para que el miedo no influya en ese pánico que puede suceder en momentos de estrés», relata con voz suave y calmada.
¿Qué sucede cuando tomas tierra? Gainza vuelve a reír. «Fue una experiencia larga de dieciocho meses de entrenamiento. No solo me preparaba, sino que era el director gerente de la empresa Skydive Dubái. Mi entrenamiento comenzaba a las cuatro de la mañana y a las ocho y media entraba a trabajar. Como atleta fue un poco difícil dedicarme a las dos cosas al mismo tiempo. Cuando toqué tierra, sentí muchísima felicidad y al mismo tiempo alivio. Ya se acabó, sobreviví a esto, me dije». Al día siguiente, confiesa, se sintió un poco vacío. «De repente tienes una rutina, una disciplina, y dices ¿ahora qué? Fue peligroso, pero lo disfruté muchísimo».
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El salto estuvo lleno de sutilezas técnicas. «Era un paracaídas realmente pequeño, como una cometa con la que juegan los niños. Cualquier movimiento de mi cabeza o la asimetría en mis caderas, iniciaba una rotación violenta y en dos o tres segundos entraba a fuerzas de 7 u 8G. Los pilotos de avión van sentados y llevan un traje que impide que la sangre les baje a las piernas. En mi caso, no. Antes de saltar del avión tenía que empezar con los ejercicios de respiración para mantener la sangre en la parte alta del cuerpo». En uno de los intentos, Gainza salió mal preparado y el paracaídas empezó a girar con mucha velocidad y tuvo que recurrir al de emergencia. Perdió la visión durante diez segundo por la falta de oxígeno. «Solo hay dos personas en el mundo que sabemos lo que se siente al tirarse con un paracaídas de ese tamaño», afirma.
El valor es aguantar el miedo un minuto más, decía el general Patton. Gainza prefiera matizar: «El miedo es una emoción producida en el cerebro para mantenernos vivos en una situación de estrés. Te mantiene alerta. Tienes que controlarlo para que no sobrepase tus acciones. Cuando sientes miedo, el cuerpo se prepara: la glucosa sube y el corazón se acelera para que tus músculos estén preparados para actuar. En mis charlas a mis alumnos les digo que lo más importante es vivir el presente sin importar lo que pueda pasar». De ese modo, asegura, el miedo empieza a disminuir. Luego hay otras técnicas de preparación, como una correcta técnica de respiración y un trabajo de condicionamiento psicológico.
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Reconoce que el paracaidismo extremo es adictivo, pero en su vida cotidiana extrae placer de estar con los amigos, la familia y el contacto con la naturaleza. Propietario en Eslovenia de una negocio de paracaidismo enfocado a empresas, y el entrenamiento militar, Gainza reside actualmente en Galicia la mitad del año, donde puede disfrutar de una amanecer, pero también de lanzarse desde una montaña y planear con su wingsuit (traje de alas). «No soy el típico atleta que solo vive de hacer cosas extremas y lo necesita día a día», explica sobre la cotidianidad. «Lo que nos hace crecer como personas es la interacción humana en el día a día», reconoce.
¿El primer salto de su vida fue el mejor? Sí, fue el mejor. El segundo te da mucho más miedo porque ya sabes a lo que vas, porque lo has vivido. En el primero tienes la incertidumbre. Es una sensación difícil de explicar para quien no lo haya vivido nunca. Desde el momento en que te subes al avión y ves las caras de nerviosismo de otras personas, ves que abren la puerta y empieza a entrar el ruido, el viento, el frío… Te das cuenta que es el momento y te dicen: vamos. La sensación de entrar en caída libre es la sensación más bonita que puede vivir un ser humano. Es una sensación de libertad total. A pesar de que vas cayendo, no sientes que lo estés haciendo, sino flotando». El miedo, como explica en su conferencia, nunca se pierde. «Tengo 14.500 saltos y siempre siento nerviosismo. Existe siempre ese pequeño nervio, porque lanzarse no es algo natural.
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¿Cuál es el mayor temor de Ernesto Gainza? «Es una pregunta bastante difícil. Te voy a ser cien por cien honesto: el retiro. Pienso que en la vida de un atleta hay dos muertes. La profesional, cuando lo dejas y tienes que dedicarte a otra cosa, y la muerte natural. Me da miedo retirarme y decir: ¿y ahora qué? El cine ya le ha dado oportunidades como especialista en escenas de riesgo en el emergente cine de acción Bollywood, tiene una empresa próspera, pero de momento, Gainza piensa seguir en el más alto nivel. Reconoce que está preparando un nuevo reto, pero sus compromisos con los patrocinadores no le permiten revelarlo. ¿Tal vez el cuarto récord del mundo de su carrera?
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