Marbellí o marbellero: el dilema de los gentilicios

Como si se tratara de los 'Ocho apellidos vascos' en su versión andaluza, en Marbella el origen del vecino que reside en la ciudad ha generado y sigue alentando grandes debates. A falta de uno, son dos los gentilicios que se utilizan: marbellero y marbellí. ¿Cómo se usan? Pues depende, precisamente, de si eres originario o no de la ciudad.

El primero de ellos es el que se destina a los nacidos en el municipio que tienen raíces familiares en él y, el segundo, hace referencia a aquellos que son oriundos de otros lugares pero se han trasladado a vivir a la localidad.

Esta diferenciación nació en los años 70 y vino ligada al 'boom' turístico de la Costa del Sol. Aquí surgió la dualidad para distinguir a autóctonos de foráneos. Sin embargo, el Diccionario de la lengua española solo contempla marbellí como acepción para las personas naturales de Marbella.

Marbellense

A pesar de que los dos gentilicios que actualmente se utilizan son marbellero y marbellí, para el historiador Francisco Moreno el auténtico es marbellense. «Este es el oficial demostrado históricamente, utilizado en documentos oficiales del siglo XIX y que proviene del latín marbellensis», apunta a la vez que señala que «la aparición más antigua por escrito de la que se tiene constancia es en un texto de 1658 y aparece mucho en distintas proclamas del ayuntamiento».

A pesar de esto, el que más atrás se remonta históricamente de todos es marbellí que tiene sus orígenes en la época nazarí. Aunque desapareció a lo largo de los años en la España cristiana, fue el siglo XX el que lo trajo de vuelta para generalizarlo.

Así pues, a pesar que Marbella es una localidad multicultural donde conviven más de 153 nacionalidades diferentes, esta distinción se sigue marcando y genera polémica en los debates locales. Aún así, cada día se hace más complicado mantener esta diferenciación debido al crecimiento demográfico que alcanza ya los 168.000 habitantes.