La entrada de Fernando el Católico a Marbella, entre la leyenda y la Historia

Ni sucedió un día 11 de junio, ni Isabel la Católica acompañó a Fernando en la rendición de Marbella dando nombre al municipio al exclamar aquello de «¡qué mar más bella!». Como tantas veces ocurre, la visita del rey Fernando el Católico a la ciudad durante la Reconquista entrelaza capítulos de leyenda y de Historia que el cronista oficial, Francisco Moyano, aclara gracias a su conocimiento de la época.

«Lo primero que hay que decir es que Marbella no fue tomada a la fuerza sino que capituló. Hubo primero un intercambio espistolar entre el gobernador de la ciudad y los Reyes Católicos en el mes de mayo de 1485 hasta que el 8 de junio de ese año se firman las capitulaciones de Marbella, Castillo de Montemayor y Cortes», expone. Gracias a esto, la ciudad se libra de «destrucción y de víctimas porque no se produce ningún tipo de ataque».

«También hay que precisar que es el rey Fernando quien entra en Marbella, no los Reyes Católicos, ya que eso lleva a la confusión de pensar que la reina Isabel también estuvo y no lo hizo», apunta. «Y llegó el día 15 de junio, no el día 11, como se dice. El día 11, que fue sábado, quien llegó fue el conde de Ribadeo, don Pedro de Villandrando, que fue el primer alcaide». Datos históricos extraídos de la cronica escrita por Hernando del Pulgar, cronista oficial de los Reyes Católicos, que relató toda la guerra de Granada, en la que se enmarca la rendición de Marbella.

Se produjo entonces una repoblación con cuatro estamentos. «Se podría decir que un cuarto eran soldados y caballeros; otra parte, comerciantes y personas de negocios; otro grupo lo formaban la gente de la mar, marengos y armadores; y otra eran los agricultores, porque Marbella vivía de la agricultura, y de forma muy especial, de la vid, ya que era muy famosa la uva marbellí ya desde tiempos musulmanes».

Aunque el rey llegó unos días después, con todo dispuesto, «como el día 11 era el de San Bernabé, se puso a Marbella bajo su patronazgo». Incialmente, «la feria era a finales de mayo y luego en San Bernabé se hacían unas celebraciones especiales, pero a mediados del siglo XIX, se decide que la feria se retrase para hacerla coincidir con ese día».

Y así hasta nuestros días, cuando el Instituto Fernando El Católico se empeña en recuperar la memoria de este hecho histórico. El próximo 10 de junio, medio centenar de figurantes recrearán este hito. El evento, que celebra su cuarta edición, arrancará a las 10.45 desde calle Salinas. La escenificación se iniciará con la marcha del rey a caballo con su séquito hasta la plaza de la Iglesia, donde se le entregarán las llaves de la ciudad al soberano.

Desde allí irán a la Ermita de Santiago, en la plaza de Los Naranjos. Tras la exposición del Pendón desde balcón del Ayuntamiento partirán hacia la plaza de la Iglesia donde se entregará a un representante municipal un ejemplar de las capitulaciones y a la Hermandad Romeros de San Bernabé el decreto por el que se le nombra Patrón de Marbella.

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