Joaquina Dueñas
Marbella
Domingo, 9 de abril 2023, 00:00
Al entrar en la sala de juntas de la Cofradía de Pescadores las carpetas de colores se apilan por toda la gran mesa de reuniones. «Cada montón de carpetas es de un barco y cada color es una gestión distinta», apunta el patrón mayor, Manuel ... Haro, que sigue los pasos de su padre, también Manuel Haro conocido como 'El Mojao', que estuvo al frente de la cofradía tres décadas. Este 2023, la cofradía han cumplido un siglo de vida acompañando a los hombres de la mar de la ciudad, navegando a su lado en tiempos de bonanza y en los de tormenta.
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Solo los que forman parte de esta agrupación de pescadores saben todo lo que la cofradía alcanza a hacer. «¿Qué función tiene realmente la cofradía? Tan sencillo como que cuando vienen las malas pesqueras, está la cofradía para afrontarlas», explica Haro orgulloso de la labor que realizan. «Es muy bonito que podamos responder a los barcos de esa manera», subraya.
El día a día, además de vender el pescado, consiste en realizar todos los trámites para las embarcaciones. «Lleva la tramitación de papeles en Capitanía, la Seguridad Social, el repostaje de gasoil, la declaración de la renta de los marineros. La cofradía lo hace todo. Creo que no hay ninguna en España que haga todo lo que hace la de Marbella», describe Haro. «Lo llevamos todo, cualquier papel de un marinero, cualquier problema... ahí está la Cofradía de Marbella para solucionárselo», destaca.
«Esta cofradía empezó, como todas, con muy poquita gente. Había mucha gente pescando pero apenas nadie registrado. Luego, poco a poco fue evolucionando durante los años 60 y 70 y ya en los 80 fue cuando todos los pescadores se acogieron a la cofradía».
Poco a poco fueron asumiendo más y más funciones porque «veíamos que cuando había malas pesqueras o paradas biológicas, con meses enteros sin salir a faenar, cuando el barco iba a arrancar de nuevo, ni tenía el dueño para gasoil ni los marineros estaban dados de alta porque el armador no podía asumir el coste», relata el patrón mayor. Así fueron evolucionando asumiendo la gestión de préstamos y subvenciones hasta llegar hasta la actualidad.
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Haro lo tiene claro, la clave para haber sobrevivido cien años está en «haber ido siempre todos a una». Son más de 40 embarcaciones, casi 50 armadores y más de 100 marineros. El principal peso lo tiene ahora mismo el pulpo, con casi 30 embarcaciones de artes menores que pescan a la nasa y al trasmallo. También hay seis embarcaciones de arrastre y en los últimos tiempo se han quedado con solo dos de cerco, que son los que se dedican a la sardina y el boquerón.
Hace tres años había cinco cerco, lo que supone un importante descenso, sin embargo, han incrementado las artes menores. Con la sardina y el boquerón como emblemas gastronómicos de la Costa del Sol, el patrón mayor justifica esta caída por la concatenación de varios años muy malos. «Fue venderse los tres barcos más grandes que había y entrar en Marbella una pesquera de boquerones que no se había visto jamás», refiere. Tanto es así, que el año pasado «tuvimos barcos de Vélez Málaga», recuerda. Y es que la mar es así, «nunca se sabe cómo va a venir».
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«En la pesca siempre estamos en el alambre», afirma, y en su siglo de vida, la cofradía ha vivido buenos y malos momentos, pero asegura que «nos hemos adaptado a todos los tiempos» por lo que esperan mantenerse otros cien años más. Una de las nuevas preocupaciones en la autorización del Gobierno a un gran parque eólico frente a las costas de Marbella ya que según han conocido por otros pescadores que ya han pasado por ello, el ruido de este tipo de instalaciones acaba con la pesquera en su entorno. De ahí que aguarden que, llegado el momento, se les tenga en cuenta. Y así, esperan seguir haciendo frente a todo lo que se presente ayudando a navegar a los pescadores de Marbella.
El principal mercado de la Cofradía de Pescadores es la propia ciudad, especialmente en los restaurantes de la ciudad y alrededores. Eso sí, los vecinos también pueden consumir producto local en los mercados municipales. «Si miran la etiqueta pueden ver de dónde viene, a qué hora se ha cogido y qué barco que ha hecho la captura», explica Manuel Haro. «Tenemos un proyecto para crear unas pegatinas que distingan a las pescaderías y restauranteS que verdaderamente vendan pescado fresco de la lonja de Marbella», explica. Una iniciativa que esperan tener lista para el este verano y que así el cliente pueda elegir.
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