Cae en Marbella una banda de exmilitares de países del Este que robó en más de 70 viviendas de lujo

Así pues, fruto de las diligencias practicadas, los agentes han intervenido 169 piezas de joyería; relojes de marca; bolsos y otros efectos de marca de reconocido prestigio; una pistola -utilizada en los robos-; una escopeta de fuego real y otra simulada; una defensa extensible; un puño americano; equipos de transmisiones; indumentaria específica para los asaltos -botas, pasamontañas y guantes-; un machete de gran tamaño; herramientas propias para el robo con fuerza -palanquetas, radial y taladros-; material informático; y 8.700 euros en efectivo, entre otros efectos.

La investigación, llevada a cabo por agentes adscritos a la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Marbella, junto con sus homónimos en la Comisaría Provincial, y con la colaboración de distintas unidades especiales y especializadas de la Policía Nacional, ha permitido el desmantelamiento de una de las redes más activas que se recuerda en la provincia en los últimos tiempos, en relación con los robos con fuerza.

Según las pesquisas, la organización estaría tras la consumación de 64 robos en Marbella de los cuales 58 han sido en domicilios y otros seis en establecimientos, además de otros siete hechos delictivos en Estepona, Málaga y Torremolinos. En total, 71 robos esclarecidos de los cuales cuatro tornaron con violencia o intimidación, al verse descubiertos los autores por los moradores.

Esta red de asaltantes actuaba de una manera muy sofisticada que hizo que los agentes lo tuvieran difícil a la hora de llevar a cabo las primeras investigaciones. La formación militar de los integrantes de la banda criminal ha propiciado que los medios técnicos y la manera de actuar fueran de una ejecución muy perfeccionista donde los asaltantes velaban escrupulosamente por su seguridad.

Así pues, todos los robos estaban perfectamente estudiados antes de llevarlos a cabo y se perpetraban en casas de lujo de Marbella entre las 19 y las 22 horas tardando una media de entre 7 a 10 minutos en el hogar. La actuación era rápida y contaban con herramientas específicas para el forzamiento de puertas, ventanas o cajas fuertes que pudieran encontrar a su paso. El hecho de que los inmuebles estuvieran aislados en los alrededores de los campos de golf les ayudó para que la huida fuera más fácil.

Pero, sin duda, una de las claves del éxito de esta red era un zulo como punto de seguridad ubicado en la zona de Artola. De esta manera, el grupo criminal seguía escrupulosamente el mismo patrón en la comisión de la mayoría de los hechos delictivos. Así, el líder, que a su vez era el autor material de todos los robos, salía de su vivienda con una vestimenta normal y sin portar nada consigo, reuniéndose con uno o dos compinches, quienes le trasladaban en vehículo hasta el área de campo donde se encontraba el zulo y donde se cambiaba la vestimenta para robar. En esta ubicación, además de la ropa se encontraban las herramientas y las armas para el asalto.

Después, el individuo que ejercía de chófer les trasladaba hasta el lugar elegido para cometer los robos, manteniendo el contacto a través de equipos de transmisiones. Finalmente, y tras consumar el delito, hacían diferentes paradas y se cercioraban de no ser seguidos. Tras llegar de nuevo al punto de seguridad, se cambiaban de ropa para pasar desapercibidos y dejaban «el botín enfriando». Más tarde volvían por él y lo llevaban hasta un establecimiento de compra-venta de vehículos ubicado en Málaga capital, donde ocultaban joyas, dinero y efectos sustraídos y de donde sacaban los coches que utilizaban para los robos.

Las primeras pesquisas policiales mostraron un cúmulo de robos con fuerza en domicilio en la localidad de Marbella, cuyos autores seguían un modo de operar muy característico y repetido en todos los casos siendo el primero de ellos en 2021. Durante las averiguaciones, los agentes lograron la identificación de algunos integrantes del entramado, lo que posibilitó centrar más si cabe la investigación, ahondando en los medios materiales que utilizaban, incluidos los coches empleados en sus desplazamientos, mayoritariamente de alquiler, que cambiaban con asiduidad.

En el apartado de flota de vehículos, la trama contaba con la colaboración de un empresario español, que regentaba un negocio de compra-venta de vehículos en la capital malagueña. Esta persona sería el encargado de suministrar coches de su propio negocio, aún no cambiados de titularidad o con documentación falsificada, y sin ningún tipo de contrato, a miembros de la red, lo que dificultó enormemente la labor investigadora.

El pasado día 18 de enero, bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, y coordinados por el Grupo de Robos de la Comisaría de Policía Nacional en Marbella, se llevaba a cabo la fase operativa de la operación «Western». Esta fase conllevó la detención de seis personas por su presunta responsabilidad en los delitos de robo con fuerza, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales, habiéndose decretado el ingreso en prisión de cuatro de los investigados. Cabe destacar que el procedimiento judicial que recoge la investigación continúa bajo el secreto de las actuaciones.