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Marbella
Miércoles, 1 de diciembre 2021, 00:07
«Imagina que se pierde un niño en el centro de Marbella. Nos dicen que es rubio, mide 1,30 y lleva sudadera roja y pantalón azul. Nosotros aplicamos los filtros a las cámaras y si ese niño o cualquier persona con esas características ha ... pasado por esa zona, el sistema nos lo revela». Así explica Javier Martín, jefe de la Policía Local de Marbella cómo la Inteligencia Artificial (IA) ayuda en el día a día a que el trabajo de los agentes sea más eficaz. Se trata de la búsqueda por aspecto que deja fuera, en cualquier caso, el reconocimiento facial. Esto es gracias al sistema de videovigilancia que se está implantando en la ciudad y del que ya está en marcha la segunda fase con el inicio de la obra civil.
Un proyecto global con una inversión total de cuatro millones de euros que se está llevando a cabo con su inclusión en la estrategia Edusi, financiada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y que quiere llevar a la Policía Local de Marbella a un nuevo nivel en materia de recopilación y análisis de datos. Esto que permitirá hablar incluso de «policía predictiva», señala el responsable policial.
«Hasta ahora hacíamos unos estudios longitudinales de lo que ocurría. Nos íbamos a una incidencia y establecíamos cómo se producía, cuándo y su frecuencia. Hacíamos un estudio de tres o cuatro años y veíamos el comportamiento de lo que estábamos estudiando: hurtos, robos, botellones...», detalla. «El sistema era más rudimentario y teníamos que ir viendo paso a paso dónde estaba. Ahora, cada vez que un policía hace un parte, queda geoposiconado», añade. «Así podemos buscar, por ejemplo, la incidencia del botellón de un punto de la ciudad a otro entre dos fechas concretas y sale presentado en un mapa con las horas de mayor afluencia, lo que permite ser mucho más eficiente», explica.
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También puede detectar comportamientos extraños mediante la aplicación de algoritmos: «Nos indica, en un momento determinado, si hay una afluencia masiva de personas o si hay un desplazamiento inesperado de gente», comenta Martín. «También, por ejemplo, si en un momento determinado tenemos controlada una escultura y queremos evitar el vandalismo de los grafitis, le aplicamos el algoritmo de tiempo y siempre que una persona pase más de un determinado tiempo ante ella, nos avisará. Así podemos proceder a hacer un control por si hay algún tipo de acto vandálico», explica.
Desde que comenzó su implantación, «a diario nos es útil, lo usamos y vale para lo que está previsto», reconoce el jefe policial que destaca la importancia de la coordinación con la Policía Nacional, que también recibe la señal de videovigilancia, para conseguir que el municipio haya pasado en cinco años de un índice delincuencial que superaba a la media nacional en un 17 por ciento a estar un 5 por ciento por debajo (lo que supone un descenso del 22 por ciento).
El concejal delegado de Seguridad Ciudadana, José Eduardo Díaz, expone que «la videovigilancia es lo que se ve pero no es solo poner cámaras, sino que es un proyecto integral. Un modelo policial en el que las cámaras son una herramienta más y que otras policías locales de otros municipios están observando para su implantación». «Todo tiene un trabajo detrás: saber dónde tienen que estar colocados los efectivos, cómo se puede organizar mejor el servicio, qué formación tienen que tener o qué herramientas tiene», enumera.
Un trabajo en el que se tienen que manejar una ingente cantidad de datos que ya recibe y que va a seguir aumentando con un crecimiento exponencial. Para ello, hay una empresa asignada para presentar un proyecto que determine la gestión del Big Data, pero también se ha recurrido a los fondos europeos para adquirir un programa informático de la compañía Esri España, ArcGis ArcMap, en el que se introduce toda la información que la Policía Local recopila con el trabajo diario para después presentarla a través de gráficos, evidencias, incidencias y otros detalles.
Esto, en una escala diferente, ya se venía haciendo con el programa de gestión que tienen actualmente gracias al trabajo de cuatro informáticos de la plantilla. «Hoy por hoy, cada una de las incidencias que se registran en el municipio están geoposicionadas y georreferenciadas y en tiempo real sabemos qué está ocurriendo. Esa gestión es la que se va a completar con los nuevos programas. Cuando esa información esté procesada, el siguiente paso será la gestión del Big Data», explica Martín.
Más allá de la seguridad, todos los datos recopilados por la Policía Local sirven para mejorar la vida de la ciudad. La criminología ambiental es la modificación del entorno a través de las teorías de esta disciplina y así lo hacen con la emisión de informes y recomendaciones sobre las necesidades de mejora de iluminación en lugares concretos del municipio o sobre la mejora de algunas vías.
El concejal de Seguridad recuerda cómo algunos de estos informes han permitido «mejoras importantes en remodelaciones de calles». Así fue en la calle Serenata que «tenía un alto índice de atropellos y de golpes por alcance y gracias a seguir las recomendaciones del informe de la Policía Local basados en sus estudios se ha pasado de seis a un atropello y de 70 accidentes a poco más de 20», detalla.
«La Policía Local genera información continuamente que remitimos a otros servicios. Cuando eso se pueda hacer con las tablets, llegará de manera automática a cada servicio. A la vez, el agente tendrá la posibilidad de comprobar una matrícula o una licencia de obra en el momento o un permiso de apertura, sin tener que llamar a la sala, lo que dará mucha autonomía», abunda Díaz.
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