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El verano pasado, una mujer interesada en la compra de la vivienda habitual de Juan Antonio Roca, que le fue incautada durante la 'operación Malaya', se encontró con un condicionante que acabó frustrando la operación. Se le informó de que debía respetar un contrato de alquiler de larga duración pactado antes de que el bien fuese incautado. El inquilino era el propio Roca.
Desde el estallido del caso, en marzo de 2006, se sabía que el piso donde el cerebro de la trama vivía en Marbella, un inmueble de 535 metros con ocho dormitorios, seis baños y dos garajes, pertenecía a varias sociedades y que Roca sólo figuraba como inquilino. Posteriormente se comprobó que las tres entidades propietarias, Vanda Agropecuaria SL, Marcadius Investments Limited y Bluebegonia Limited, formaban parte de su entramado.
La sorpresa saltó 13 años después, la mayor parte de los cuales Roca pasó en prisión. En 2019 el jefe de la trama seguía figurando como inquilino y con contrato en vigor. El inmueble, situado en una de las zonas más cotizadas del casco urbano de Marbella, salió a la venta por 2,6 millones de euros, pero el valor en el mercado se redujo considerablemente. Un piso «con bicho», como se los suele llamar a estos casos en el argot inmobiliario, vale mucho menos.
Finalmente, el departamento fue adquirido por dos sociedades en un precio sensiblemente menor, 1,8 millones de euros.
La estratagema de alquilar los inmuebles a personas de su entorno para dificultar la venta y de esta forma evitar hacer frente a las cantidades fijadas en las sentencias forma parte del 'modus operandi' de los condenados en 'Malaya'. Al menos es lo que parece que ha hecho un antiguo socio de Roca, el abogado hispanoalemán Juan Hoffmann, prófugo de la justicia tras haber sido condenado en ese procedimiento por un delito de blanqueo y contra la Hacienda Pública a cinco años de cárcel y a pagar una multa de 17,3 millones de euros, de los que el Estado solamente ha podido cobrar 425.000.
En noviembre de 2018, la Audiencia Provincial de Málaga encargó a los administradores judiciales del patrimonio incautado a Juan Antonio Roca la puesta en marcha de una web para la venta de los bienes intervenidos a resto de los condenados. Esta página ya está operativa y en ella figuran bienes de, entre otros, el propio Hoffmann, el exteniente de alcalde Pedro Román, la exalcaldesa Marisol Yagüe, las exconcejalas Isabel García Marcos y Carmen Revilla o el testaferro de Roca Óscar Benavente.
Ahí se pueden ver las características de las propiedades, y de ahí se deduce que además de preparar su huida Hoffmann también dejó sus propiedades protegidas por un sencillo sistema: que no fueran atractivas para posibles compradores.
En la web figuran cinco propiedades de Juan Hoffmann situadas en Marbella, Benalmádena y Ojén cuyo valor de venta suma poco más de dos millones de euros. Sobre tres de ellas, dos viviendas y un aparcamiento, los posibles compradores no pueden disponer del usufructo hasta dentro de varios años.
Se trata de una vivienda unifamiliar aislada en Benalmádena con más de 500 metros útiles que se encuentra alquilada con un contrato firmado en 2015, el mismo en que Hoffmann huyó, con una duración de diez años, y de una vivienda y su aparcamiento en la urbanización Marbella Hill Club, valorados en 374.000 euros y 14.200 euros, respectivamente, cuyo usufructo queda excluido de la compaventa hasta el año 2030. La primera figuraba, en el momento en que el abogado fue detenido en 2006, como su vivienda habitual.
Las otras dos propiedades son un solar en la Hacienda La Paloma (Benalmádena) y una finca en el paraje La Zamba (Ojén), de la que se vende un 10%.
También han salido a la venta las participaciones de abogado prófugo en dos sociedades. Una es Nuevos Aires 2002, de la que Hoffmann tiene un 20%. Esta sociedad, en la que en su día participó el alcalde de Estepona, José María García Urbano, es la propietaria del edificio construido irregularmente durante la época del GIL y que tras regularizarse alberga actualmente a las oficinas de la delegación de Urbanismo de Marbella. Las participaciones de Hoffmann están valoradas en 1,6 millones de euros.
La otra es la Residencia Hispano Alemana para Alumnos, valorada en 2,5 millones de euros, de la que tiene un 25,8%. La familia de Hoffmann es propietaria del Colegio Alemán de Marbella, fundado por su padre.
En la página web de venta de bienes del 'caso Malaya' aparecen tres propiedades inmobiliarias pertenecientes al exteniente de alcalde Pedro Román, condenado en ese caso a tres años y medio de prisión y 6,7 millones de multa por delitos de blanqueo y contra la Hacienda Pública, pero sobre el que también pesa una sentencia que lo obliga a indemnizar al Ayuntamiento de Marbella en 14,6 millones por un agujero contable causado entre 1994 y 1998 y otra correspondiente al 'caso Saqueo 2'.
El inmueble más valorado es una parcela en suelo urbano en Estepona de 17.900 metros tasado en 26 millones de euros . También figuran dos parcelas en la cotizada urbanización Sierra Blanca, de Marbella. Una está valorada en 11 millones de euros y la otra, en 1,4 millones.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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