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El alga invasora de origen asiático, Rugulopterix okamurae, no sólo está ahogando a los calderos de pesca de las flotas de Marbella y Estepona, sino que empieza a convertirse en un problema para algunos ayuntamientos debido a los arribazones que se producen hasta las playas. ... El temporal de estos días no ha sido una excepción. Según la cátedra del Litoral de la Costa del Sol de la UMA, el oleaje está provocando la llegada hasta las playas de toneladas de este alga, especialmente en las costas de Estepona y Marbella, con los consiguientes efectos negativos para los turistas y residentes. El problema de los arribazones es que si no se retiran su descomposición en la orilla puede desprender ácidos, causar malos olores e insalubridad.
Un equipo de la Cátedra recorrió ayer el litoral occidental de la provincia para tomar muestras de los arribazones de este alga, con el fin de estudiar la variabilidad de sus características y posibles usos para financiar su retirada. Hasta ahora, son los ayuntamientos los que están financiado la retirada con equipos y operativos especiales que se encargan de esta tarea y que transportan las mismas hasta la planta de tratamiento de residuos de Casares. Hasta finales de agosto Estepona y Marbella habían retirado más de 4.250 toneladas de Rugulopterix okamurae de sus playas.
Según el director de la cátedra del Litoral, Francisco Franco, este último temporal ha vuelto a arrancar de las rocas las praderas de alga que ya se extienden hasta Calaburras arrastrándolas hasta el litoral.
«Hemos podido comprobar que el frente de la Rugulopterix okamurae avanza a una velocidad más rápido de los esperado y que los arribazones ya han pasado del faro de Calaburras llegando a la playa del Peñón del Cura», dijo ayer Franco.
Con el objetivo de diseñar una estrategia que permita actuar contra la expansión del alga asiática, la cátedra ha convocado para el próximo día 23 en la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol una reunión con responsables de los ayuntamientos de Estepona y Marbella para acordar la realización de los estudios necesarios que permitan conocer la gravedad del problema en el litoral malagueño, independientemente de que por parte del Ministerio de Transición Ecológica se esté trabajando ya sobre ello junto a los científicos para su catalogación como invasora y proceder a la adopción de medidas.
Franco ha declarado que a la reunión programada el día 23 también asistirá una representación del Ayuntamiento de Málaga, muy preocupado con este asunto, aún cuando todavía no hay constancia de que la Rugulopterix okamurae haya llegado a las playas de la capital.
La cátedra de Ciencias del Litoral de la Costa del Sol había propuesto a los ayuntamientos de Estepona y Marbella la creación de un grupo de trabajo para estudiar la distribución de los mantos y praderas del alga asiática en el litoral.
El alga Rugulopterix okamurae fue detectada en 2016 en la costa de Ceuta por la presidenta de la Sociedad Española de Ficología y profesora titular del Departamento de Botánica y Fisiología Vegetal de la UMA, María Altamirano. Se cree que su llegada a las costas de Ceuta, Huelva, Cádiz y Málaga pudo ser a través del aguas de lastre de los grandes mercantes que llegan al Estrecho de Gibraltar.
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