Los taxistas apelan a los vecinos de Marbella para contrarrestar la proliferación de los VTC

«Nuestra temporada alta de trabajo es solo de cuatro o cinco meses al año», explican a la vez que sostienen que las VTC «cada día» realizan acciones fuera de su área de competencia: «invadiendo recepciones de hoteles, posicionándose en paradas de taxi por delante y fuera o recogiendo clientes sin estar precontratados». Algo que se hace especialmente intenso durante el verano cuando es habitual que se produzcan colas de clientes en las paradas más concurridas. «Cuando vas a echar gasolina también haces cola, no es igual hacerlo en febrero que ahora», defiende el presidente de Taxisol, Víctor Vázquez, nombrado recientemente, que pide comprensión a los usuarios ya que durante el verano el taxi no es el único servicio que se ve superado a las horas punta.

El reto que tienen que asumir de cara a esta temporada estival para dar el mejor servicio posible es conseguir más conductores. Para ello ya se han puesto manos a la obra: «Tenemos un examen extraordinario el primer miércoles de julio para meter más conductores. Con la pandemia muchos se fuero. Algunos al camión y otros de repartidores», precisa.

El siguiente examen estaba previsto para agosto así que «tuvieron una reunión con el concejal y le expresamos nuestra necesidad de tener exámenes con más frecuencia para incorporar conductores y se nos ha concedido», comenta. En este sentido, subraya que los conductores de VTC «no les piden como a nosotros un carnet profesional para trabajar, basta con saber conducir. No hay un examen de profesionalidad y en el taxi, sí».

En todo caso, el presidente de Taxisol se muestra altamente satisfecho con el trabajo que hace la Policía Local en el control de las VTC. «Sí se hacen controles. La cuestión es que aquí estamos desbordados. Hay una brutalidad de vehículos que se han venido de otras comunidades», de ahí la dificultada para que el trabajo de la policía sea suficiente.

Vázquez recuerda que «hay mucho trabajo en verano pero en invierno no tenemos». A eso se suma que «las aplicaciones hacen promociones con precios de cinco euros en el casco de Marbella o siete para ir a San Pedro, cuando vale 14. Al conductor la plataforma le paga la diferencia porque es publicidad, pero al usuario le cuesta siete que es lo que la gente ve», precisa.