Ha sido con toda seguridad la primer gran fiesta privada del verano que empieza a asomarse a la Costa del Sol. La cantautora italiana Carla Bruni fue la atracción principal este sábado de la gala que el empresario Félix Revuelta ofreció por el cumpleaños de ... su mujer, Luisa Rodríguez Maroto.
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El escenario: los jardines del hotel Las Dunas, considerado durante años el más lujoso de la Costa del Sol y que Revuelta rescató hace cinco años del abandono para relanzarlo como complejo nutricional de lujo. Los asistentes: un selecto grupo de invitados entre quienes se encontraban empresarios, como la presidenta y fundadora del festival Starlite Sandra García Sanjuán, periodistas como Pedro J. Ramírez y Luis del Olmo y políticos como el ex primer ministro francés y recientemente elegido concejal en Barcelona Manuel Valls, que asistió acompañado por su futura mujer, Susana Gallardo, heredera de un emporio farmacéutico con quien contraerá nupcias tras el próximo verano. Valls y Revuelta están unidos por una sólida amistad, lo que ya ha convertido al político franco-español en un habitual de los veranos en la Costa del Sol.
Los invitados disfrutaron de una jornada completa en el entorno de Marbella. El sábado degustaron un almuerzo en el restaurante El Ancla, en el litoral San Pedro Alcántara, que cada verano se convierte en uno de los epicentros del verano marbellí. Mientras los asistentes alargaban la sobremesa, en los jardines del hotel Las Dunas, junto a la piscina y con privilegiadas vistas al mar, Carla Bruni realizaba las pruebas de sonido para el concierto que ofrecería por la noche.
Llegaba con vaqueros, una chaquta blanca sobre una camiseta azul y un bolso de grandes dimensiones. Iba acompañada de tres hombres con todo el aspecto de formar parte de la custodia de seguridad que la acompaña desde que es pareja del expresidente francés Nicolás Sarkozy.
A esas alturas todavía no se había desvelado una de las incógnitas que se había alimentado a lo largo de toda la semana, la posible presencia en la fiesta del exmandatario galo. El interrogante tenía su morbo, ya que Sarkozy y Manuel Valls habían estado en su día en aceras opuestas de la política francesa. El primero fue presidente por los Republicanos, una formación gaullista conservadora, mientras que Valls alcanzó el puesto de primer ministro por el Partido Socialista Francés, formación que abandonaría tras el enésimo descalabro electoral de esa formación.
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El encuentro, finalmente, no se produjo. La presencia de Bruni, que ni siquiera cuando fue primera dama del país vecino abandonó su carrera musical, era profesional y no acudió acompañada de su marido.
La no presencia de Sarkozy, no obstante, no restó ni mucho menos brillo a la celebración. Luisa Rodríguez Maroto apagó sus 70 velas y los asistentes disfrutaron a corta distancia de la voz de Bruni, que mantiene intactos la calidez y el talento que la convirtieron en una celebridad mucho antes de que su vida quedara inesperadamente unida a la del político francés.
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