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Abogado especializado en Derecho Público y especialista en cuestiones de extranjería, Ricardo Bocanegra está al frente de la mayor gestoría de la Costa del Sol ... dedicada al asesoramiento a ciudadanos de otros países que quieren establecerse en España. Condecorado por los gobiernos del Reino Unido y de Rusia, en las últimas semanas ha notado un incremento de las consultas de vecinos británicos de municipios de Málaga preocupados por la situación en la que quedarán tras el 'Brexit'
–¿Está teniendo más consultas por parte de ciudadanos británicos con motivo de la próxima salida del Reino Unido de la Unión Europa?
-Sí. Está habiendo más consultas, hay más interés. Muchos ciudadanos británicos están viniendo para pedir cita en las comisarías y solicitar el certificado de registro de ciudadano de la Unión Europea, que equivale al permiso de residencia para los ciudadanos de la UE. Para ellos es fundamental tener ese certificado, o haberlo solicitado, antes de que se produzca el 'Brexit' para poder acogerse después a la normativa que va a regir durante el periodo transitorio.
-¿Qué es el periodo transitorio?
-Un periodo que expira el 31 de diciembre de 2020 y después del cual los ciudadanos británicos pasarán a ser considerados igual que los extracomunitarios. A partir de ese momento se les va a empezar a aplicar la Ley General de Extranjería, igual que al resto de ciudadanos de terceros países, igual que si fueran rusos, marroquíes o canadienses. Al no hacerse de manera inmediata, van a tener un año para regularizar su situación. Si lo hacen bien no van a tener ningún problema, pero tienen que tener la información.
-¿Eso va a ser así cualquiera sea el acuerdo de salida?
-Sí, aunque al 100 por cien no se puede asegurar porque podemos ver que no paran de cambiar. Sin embargo, ya hay una normativa aprobada por los estados miembros en la que se prevé este periodo transitorio. Durante este tiempo, todos los que tengan permiso de residencia como ciudadanos del Reino Unido podrán solicitar en la comisaría de policía la autorización de residencia y trabajo temporal para ciudadanos de la Unión Europa. Es un trámite muy simple.
-Es decir que si hacen el trámite durante ese periodo transitorio no tendrán que someterse a las condiciones que se le exigen a ciudadanos extracomunitarios.
-No, porque regirán dos principios básicos: continuidad y reciprocidad. Continuidad, que podrán seguir como hasta ahora quienes hagan este trámite sencillo, y reciprocidad, siempre y cuando el Reino Unido haga lo mismo respecto a los españoles residentes allí.
-¿Y una vez que acabe este periodo?
-A partir del 1 de enero de 2021, los que vengan nuevos lo tendrán más crudo.
-¿Qué va a pasar con la atención sanitaria?
-Durante el periodo transitorio se aplica el doble principio de continuidad y reciprocidad. Es decir, los británicos que aportan el documento llamado 'S1', que acredita que tienen derecho a atención sanitaria en su país pueden acceder al sistema sanitario español. Esto sujeto a dos condiciones, que los españoles residentes en el Reino Unido disfruten del mismo derecho y que el Reino Unido garantice el reembolso de los gastos que suponga prestar asistencia sanitaria a los británicos que viven en España. Yo no creo que eso se toque.
-¿Qué va a pasar con las titulaciones en uno y otro país?
-Durante el periodo transitorio se mantendrá el reconocimiento mutuo de las titulaciones. Después estará sujeto a un acuerdo bilateral. En este asunto, como en los demás, se trata de adaptar a estos ciudadanos a su nuevo estatus de ciudadanos no comunitarios, pero sin quebrar los derechos que ya tienen adquiridos. Después del periodo transitorio lo van a tener más difícil los nuevos británicos que vengan y los nuevos españoles que vayan.
-¿Los niños que estudian en colegios en España que otorgan titulaciones británicas en qué situación quedan?
-En los cursos 2019-2020 y 2020-2021 podrán seguir accediendo a la universidad española.
-¿Y después?
-Después habrá que estar a lo que se disponga en acuerdos bilaterales o multilaterales. Este es un tema particularmente sensible en la Costa del Sol por el gran número de alumnos de numerosas nacionalidades, también muchos españoles, que estudian en colegios británicos. Por eso cabe esperar que el Gobierno español se interese por llegar a un acuerdo favorable.
-¿Que puede pasar en el futuro con la contratación de ciudadanos británicos en empresas españolas?
-Hoy por hoy, un permiso para trabajar por cuenta ajena para un ciudadano de un tercer país no comunitario es prácticamente imposible en España. Hay dos posibilidades que son absolutamente remotas. El INEM publica cada tres meses una lista de ocupaciones de difícil cobertura, que son ocupaciones muy raras. Para un trabajador que se ajusta a esa situación, existe alguna posibilidad de conseguir un permiso de trabajo por cuenta ajena. Y también existe la posibilidad de que si se presenta una oferta de trabajo en el INEM y no aparece ninguno, se pueda recurrir a un extranjero. En la práctica, en el 90 por ciento de los casos la petición se deniega. Las autoridades son tremendamente restrictivas en ese aspecto.
-Eso afectará a los colegios británicos que contratan profesores nativos.
-Claro, ya no podrán traerlos, como sucede ahora cuando se quiere contratar a un profesor australiano o canadiense. Es prácticamente imposible.
-Otro problema serán los permisos de conducir
-Todos los ciudadanos británicos tendrán un plazo de nueve meses desde la salida para canjear su permiso de conducir como ciudadanos comunitarios. Es un trámite muy simple, como si fuera la renovación de un permiso español, que ya se puede hacer. Una vez que pasen esos nueve meses, si no han hecho ese trámite, se tendrán que examinar, ya que entre España y el Reino Unido no hay convenio de reconocimiento recíproco del permiso de conducir.
-¿Qué va a pasar con el derecho a la participación en las elecciones municipales?
-En contra de lo que cree la gente, los británicos podrán continuar con el derecho al sufragio activo y pasivo. Existe un acuerdo bilateral en virtud del cual se reconoce este derecho en las elecciones municipales. A lo que no tendrán derecho es a promover un partido político, que es una facultad solamente de los ciudadanos de la Unión Europea.
-¿Más allá de las cuestiones legales y de este incremento de consultas, está percibiendo preocupación en los ciudadanos británicos que viven en la Costa del Sol?
-Sí. Son muchos los que vienen a preguntar, preocupados, porque tampoco se les explican bien las cosas. Para llegar a las conclusiones que le estoy contando llevo varias semanas buscando y consultando normas. Existe una desinformación muy grande unida a los cambios y a las incertidumbres de este proceso de negociación. Cuando vienen a preguntar les digo que pidan cuanto antes el certificado de registro de ciudadano de la Unión Europea.
-Se escucha que el brexit es la estupidez más grande que ha cometido el Reino Unido en toda su historia
-Sin duda.
-¿Las personas que vienen a consultarle comparten esta opinión?
-Están cabreados. Es el sentimiento de la inmensa mayoría. Esto se les ha ido de las manos. El voto del Reino Unido profundo, donde se desconocen muchas cosas y están totalmente ajenos a la realidad de la Unión Europea y del mundo moderno ha provocado un perjuicio enorme. Los primeros que lo van a sufrir son los que son residentes fuera. En España son 300.000 registrados más un número indeterminado no registrado, que yo diría que son más. Es que hay otro tema importante, que es el de la estancia. En el momento en que se produzca el 'Brexit', los ciudadanos del Reino Unido no podrán estar más de 90 días en España.
-Eso es un trastorno para muchos en la Costa del Sol
-Primero, ya no podrán venir con DNI, sino con pasaporte. Segundo, en la frontera les van a sellar el pasaporte con el día de entrada, y tendrán un máximo de 90 días para abandonar España.
-Eso puede afectar al mercado inmobiliario. Hay muchos británicos que compran viviendas para pasar aquí los meses de invierno y regresan en verano a su país.
-Es verdad. La mayoría hace eso. No lo podrán hacer más, salvo que pidan el permiso de residencia. Dentro de la pena y de la torpeza que supone el 'Brexit' para todo, yo quiero ser optimista porque espero de que finalmente en los tratados bilaterales y multilaterales va a imperar el sentido común.
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