Una de las terrazas de la plazoleta Ortiz, que colinda con la calle Real, con las mesas recogidas y el local cerrado, minutos antes de las dos de la madrugada. Al fondo, los últimos clientes marchándose a casa. j.m.m

Primera noche de toque de queda en Estepona sin incidencias

Los establecimientos cerraron en torno a la 1:30 de la madrugada para dejar margen a clientes y empleados y no infringir la normativa

josé maría martín

Estepona

Sábado, 31 de julio 2021, 13:35

Primera madrugada con el nuevo toque de queda en vigor en Estepona, de 2:00 a 7:00 de la mañana, tras el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y su publicación en el Boletín Oficial de la comunidad autónoma, al contar con una incidencia acumulada por encima de los 1.000 contagios por cada 100,000 habitantes, aunque en el dia de ayer el indicador disminuyese y se situara por debajo de ese baremo.

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Una noche que se desarrolló sin incidencias y sin que la Policía Local tuviese que emitir ningún acta de sanción por incumplimiento de la nueva normativa. Respeto generalizado tanto de clientes como de los propios establecimientos, que poco después de la 1:30 de la madrugada terminaban de recoger las últimas mesas de las terrazas, que minutos antes se habían quedado vacías.

Fue la imagen que se pudo observar en la calle Real, uno de los puntos neurálgicos del ocio nocturno en el municipio. Público predominantemente joven aunque también familias al completo que iniciaban la marcha hacia casa o bien hacia el lugar donde tenían estacionados sus vehículos. Caso de Amparo, que una niña pequeña de dos años a su cargo, asegura entender la medida para tratar de evitar la subida de contagios en esta quinta ola. «Yo con mi niña tampoco puedo estar mucho más tiempo en la calle pero, de todas formas, creo que es una hora bastante razonable. Da tiempo a salir, cenar y tomar algo con los amigos con tranquilidad. Algo hay que hacer con esta incidencia tan alta».

Unos metros más adelante, Enrique, que comenzaba el camino de vuelta a casa tras disfrutar de una cena con amigos y alguna que otra copa, confesaba que les gustaría «alargar un poco más la fiesta, pero por responsabilidad hay que ir para casa. No queda otra».

Andrea, trabajadora de uno de los locales de esta céntrica calle, afirmaba que para ellos la nueva medida en vigor tampoco había variado mucho los planes, puesto que ya venían cerrando a las 2:00 de la madrugada. «Lo que sí hemos hecho hoy es avisar a los clientes y cerrar un poco antes para recoger con tranquilidad y que todo el mundo pueda estar en su casa a la hora que toca. Algunos clientes han preguntado si podían alargar la última consumición o han puesto alguna pega pero, por lo general, todo el mundo se ha mostrado bastante comprensivo».

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Justo en frente de los locales, en el paseo marítimo y la playa, los últimos vecinos que quedaban paseaban a sus perros o terminaban su paseo después de tomar algo, conscientes de que en pocos minutos entraba en vigor el toque de queda.

Los últimos vecinos que deambulaban por la playa la abandonaron minutos antes de las dos. j.m.m

Misma imagen que se dio en el puerto deportivo, donde los efectivos de Policía Local, que reforzaron su dispositivo en la noche de ayer, realizaban primero una pasada por los establecimientos para informar del inminente cierre, para después acompañar a los últimos clientes en desalojar los mismos. Todo sin que se tuviera que levantar ningún acta de sanción y sin que hubiera que lamentar ninguna incidencia, señalan tanto desde el cuerpo de policía como desde el Ayuntamiento.

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