Entran en funcionamiento casi 50 cámaras de en el centro de Marbella

En total, están previstas cinco etapas con una inversión cercana a los cinco millones de euros de los cuáles, 974.000 euros corresponden a esta segunda fase, cofinanciada al 80 por ciento por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Si en la primera etapa se incluía Puerto Banús y los parques comerciales de Elviria y La Cañada, en esta segunda se han establecido cámaras en el centro de Marbella. Concretamente, se han ubicado en 33 emplazamientos repartidos por las plazas de los Naranjos, de las Ranas, Monseñor Rodrigo Bocanegra, Caridad, África, Manuel Cantos y José Palomo; las avenidas Ricardo Soriano, Severo Ochoa, Miguel Cano y Ramón y Cajal; el arco de entrada a Marbella; las calles Trinidad, Ortiz Molinillo, Virgen de los Dolores, Ancha, Caballeros, Pedraza, Alameda, Huerta Chica, Peral, Alameda Sur y Norte y en los aparcamientos del Puerto Deportivo.

Se trata de las zonas de mayor afluencia de población y visitantes, para reforzar la seguridad y actuar con una mayor rapidez en aquellas emergencias o incidentes de tráfico que puedan producirse.

La alcaldesa, Ángeles Muñoz, acompañada del concejal de Seguridad Ciudadana, José Eduardo Díaz; el jefe de la Policía Local Javier Martín y el comisario de la Policía Nacional, Enrique Lamelas, ha indicado que este subsistema de vídeo y sensores responde a dos objetivos: dotar de una mayor seguridad a aquellas áreas con mayor concentración de personas por el ocio y actividades comerciales e identificar a los vehículos e individuos implicados en incidentes.

Respecto a los lectores de matrícula, Muñoz ha destacado que permiten «un control del flujo del tráfico que facilita a los agentes disponer de información para actuar en situaciones de colapso o emergencias», al tiempo que ha añadido que este proyecto «mejorará la sensación de seguridad ciudadana y vial, minimizando el número de incidentes, atascos y delitos contra la seguridad colectiva».

La regidora ha puesto en valor la tecnología usada para la implementación de este sistema, con un despliegue de fibra óptica de 12,5 kilómetros «con cámaras de última generación que nos hacen ser un referente en avance y en inversión en seguridad, que alcanza casi los 5 millones de euros, desde que comenzamos con la ejecución de la primera fase de la videovigilancia en 2016».

Los responsables policiales han puesto el acento en el respeto a la intimidad y privacidad. En este sentido, Martín ha subrayado que «solo graba la vía pública». La propia cámara cubre de gris la imagen en el momento en que detecta que «puede haber un balcón o un domicilio particular para garantizar la intimidad de las personas».

El jefe de la Policía Local ha afirmado que este sistema se posiciona como una herramienta esencial «para la actuación eficaz de los agentes en incidentes, gracias a que las imágenes nos llegan en tiempo real, por lo que podemos reducir costes y tiempo a la hora de actuar en cualquier situación de emergencia», afirmación compartida también por el comisario, quien ha resaltado que la videovigilancia «se constituye como un importante elemento disuasorio de actos delictivos y de prevención».