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JOAQUINA DUEÑAS
Miércoles, 5 de mayo 2021, 00:22
Ocho años ha tardado el Grupo Gailur en conseguir la licencia para poder comenzar las obras de su proyecto Benalús, un complejo residencial de 28 ... viviendas en su primera fase, en plena Milla de Oro a solo 100 metros del mar. Casi una década durante la que este grupo familiar empresarial del País Vasco ha tenido que adaptarse a dos Planes Urbanísticos, el de 2010, primero, y el del 1986, actualmente en vigor. Así lo explicaba ayer Felipe Gómez Arriarán, gerente de Gailur en la presentación de esta promoción que es la primera que se construye desde hace 20 años en esta privilegiada ubicación.
En la elaboración de los dos planes parciales que se redactaron hicieron falta los informes de Costas por su proximidad al mar, de la Agencia Andaluza del Agua y el preceptivo documento de impacto medioambiental, entre otros. Gómez Arrián considera que «el urbanismo es ahora más participativo y más transparente», si bien también resulta «más denso y laborioso». Uno de los principales escollos era el paso del arroyo Palomera por la parcela lo que se ha resuelto con la cesión de 25.000 de los 65.000 metros cuadrados que tiene el solar. Un espacio en el que la promotora construirá un paseo público fluvial con un carril bici adyacente a la comunidad privada de lujo. La inversión aparejada es de 50 millones de euros para las dos fases y se estima la creación de unos sesenta empleos. Desde la empresa esperan que todo esté culminado, incluida la cesión del paseo urbanizado al Ayuntamiento, en los próximo cuatro años.
La escasez de suelo en uno de los rincones más codiciados de Europa así como la alta demanda de vivienda de lujo en la ciudad hace que, a pesar de las dificultades urbanísticas, la inversión resulte atractiva. De hecho, Smadar Kahana, responsable de Engel & Völkers, comercializadora exclusiva de Benalús, aseguró que «17 de las 28 unidades de la primera fase ya se han vendido», lo que supone el 60%, con viviendas de 2, 3 y 4 dormitorios de entre 148 y 694 metros cuadrados con precios que van desde los 940.000 euros hasta los tres millones. Rango de precios en el que se mueve el nuevo teletrabajador ejecutivo que elige la costa para vivir.
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