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Tras 42 años de servicio en puestos destacados de Policía Judicial y en zonas de gran presión, el comisario de Estepona, Fernando Calleja, se jubila. ... Gran conocedor de la problemática del campo de Gibraltar y del narcotráfico, cree que la situación puede ir a peor debido a que los nuevos señores de la droga ha perdido el miedo y el respeto a la Policía.
–En Estepona se han producido varios casos aparentemente relacionados con los vuelcos de droga. Uno de ellos en pleno centro, con el secuestro de un joven y su posterior asesinato. ¿Cree que estos delincuentes están perdiendo el miedo y actúan por venganza sin temor a la policía?
–A los padres de todos los traficantes que ahora están de moda, esos clanes de los que tanto se habla, por ejemplo 'Los Castaña', los investigamos nosotros en sus tiempos. Pero a estos no se les ocurría hacer frente a la policía. No hacía falta. Tenían la mentalidad del contrabandista y sabían que les tocaba perder. No sé si por que la sociedad es más violenta o por que esta juventud de la droga es más agresiva, pero han perdido el miedo a la Policía. Los chavales se pasean con descaro y desparpajo, van con coches de cien mil euros, presumen de fincas y villas con 25 o 30 años. También han hecho mucho daño películas como 'El Niño', series como 'El Príncipe' en las que se presenta una imagen idealizada del traficante.
- El método del vuelco ¿es algo novedoso? ¿siempre se ha dado? ¿o es que ahora son más numerosos los robos entre bandas?
- Siempre han existido estas estratagemas. Antes también los traficantes engañaban a los dueños de la droga diciéndoles que habían tenido que tirarla, que se la había quitado la policía. Esto de robarse entre ellos es lo que está provocando esta violencia extrema. Y desde que ha entrado la cocaína, más todavía. No es lo mismo perder 300 kilos de hachís, que perder 300 kilos de cocaína, o que te lo roben. Esto lo que provoca es buscar de dónde viene la filtración y quién les ha quitado la mercancía. Y así comienza la venganza. Y creo que va a ir a más por la presión que hay en el Campo de Gibraltar con las medidas extraordinarias que se han tomado desde el Ministerio del Interior.
- ¿Cree que este aumento de la presencia policial en el estrecho está provocando el traslado a otras zonas como la Costa del Sol?
- El traficante quiere tranquilidad, no quiere que lo atosiguen. Allí hay mucha presión, desde el punto de vista preventivo también hay muchos controles. Se está presionando al traficante y estos se están desviando a la zona de Huelva y por la Costa del Sol. Esa presión nos afecta. Esto no significa que no se esté actuando aquí, porque cada vez que interviene la Udyco es sonado. Aquí no se ha bajado la guardia, pero son operaciones a largo plazo.
- ¿Y también se están trasladando las guarderías de la droga?
- La gran problemática en el caso de Estepona, pero que es común al resto de municipios de la Costa del Sol, son los kilómetros de costa, las numerosas urbanizaciones y los diseminados. En el caso de Estepona más de un 70 por ciento del territorio es rural. Y ahí puede esconderse lo que quiera.
El crimen organizado dejó en 2018 en la Costa del Sol numerosos asesinatos. La Fiscalía de Málaga ha mostrado recientemente su preocupación por el incremento de los episodios violentos relacionados con ajustes de cuentas protagonizados entre bandas, como son los asesinatos por encargo. Gran parte del trabajo policial se centra en estos grupos y en sus delitos.
–- Usted tiene una amplia experiencia en la investigación del crimen organizado. Siempre se ha comentado que en la Costa del Sol hay asentados grupos internacionales, o al menos sus jefes. ¿Por qué siguen eligiendo esta zona?
- La delincuencia internacional se asienta en España a final de los años 70 y sobre todo en la Costa del Sol por su cercanía a Marruecos. Entonces incautábamos 200 o 300 kilos. Coger 700 kilos de hachís fue récord europeo. Ahora se trafica con miles de kilos. El delincuente viene aquí a conformar un eslabón de su organización, huyendo de su propia organización, para esconderse con otra identidad, llevando una vida aparentemente normal; o también huyen de la policía de sus países de origen. Aquí se tramitan multitud de euro órdenes. Qué mejor sitio que el arco mediterráneo para esconderse, donde hay tantas urbanizaciones, tantos extranjeros. Da igual por donde alijen la droga, pero ellos están asentados aquí. Y si lo buscan para ajustarle las cuentas lo hacen aquí. La mayoría de los casos que hemos tenido aquí han sido por implicación en el tráfico de drogas.
- ¿Y por qué es tan difícil localizarlos? ¿No se denuncian estos hechos?
- Este tipo de delincuencia no produce alarma social. Tienen negocios, envían a sus hijos a buenos colegios, tienen muy buena apariencia, gastan en comercios y restaurantes. La gente que pueda tener alguna relación con ellos se pregunta, ¿a qué se dedicara? Pero hay pocas o ninguna denuncia contra estos individuos. Lo cierto es que el ciudadano colabora poco en estos temas. Me gustaría que colaborasen más. Puede ser por miedo, porque no se fían. Cuando aflora es producto de largas investigaciones, de cruzar delincuentes resultado del trabajo de coordinación.
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