En esta entrevista, realizada telefónicamente y de la que SUR ofreció la primera parte el pasado domingo, Fernández cuestiona desde Argentina los procedimientos judiciales en los que está acusado.
–Se han dicho tantas barbaridades… La expresión garganta profunda siempre va a cambio de algo. Si la policía ha investigado con la Fiscalía y la Fiscalía no ha dejado de buscarme, ¿cómo se puede pensar que yo he dado datos? Si yo hubiese tenido datos de corrupción los hubiese dado el primer día. Eso no tiene razón de ser, sólo es una manera de desprestigiarme. Yo no he colaborado porque no tenía datos. De haberlos tenido los hubiese dado desde el primer momento, como hice con Gil.
–Usted cree que lo han buscado? En algunas ocasiones se dijo que usted estaba en Argentina, Marisol Yagüe lo mencionó en el juicio.
–¿Si sabían que estaba en Argentina por qué no me han buscado? Si no me han buscado es porque no han querido. Yo no lo sé. Lo que le puedo decir es que yo no me he escondido. Si no me han querido buscar es problema de ellos. Lo que sí le puedo garantizar es que la Fiscalía ha puesto todo el empeño en buscarme.
–¿Cómo sabe eso?
–Porque lo sé perfectamente. Porque el fiscal López Caballero tenía ganas de tenerme delante. Creo que no se ha portado correctamente conmigo ni con ninguno de los acusados de la ‘operación Malaya’. Creo que ha sido un fiscal muy inquisidor. Ha dejado en el camino muchas personas y no le ha importado. Sólo le ha importado el aumento de sueldo y la medalla que le dio el ministro Rubalcaba. El nombre del hermano del señor Rubalcaba aparecía en la ‘operación Malaya’.
–¿Dónde aparece el nombre del hermano de Rubalcaba?
–Igual no se ha publicado porque no interesaba o porque mucha gente no lo sabía. Aparecía en operaciones con Montserrat Corulla y por eso se apresuró a darle la medalla al mérito al fiscal. Y se aceptó en plena instrucción.
–A los policías del ‘caso Malaya’, que lo señalaron a usted, lejos de recompensarlos los castigaron
–Qué casualidad. Querían seguir investigando y ponerle nombre a otras siglas y no los dejaron.
«Si quiero ir a Marbella iré y no me esconderé de nadie»
–¿Cuáles son sus planes de futuro? ¿Va a venir a España?
–La verdad es que no lo sé. Vivo el día a día. Yo estoy muy agradecido a este país, muchísimo. Me ha dado la oportunidad de tener una familia, de tener un reconocimiento. Hoy por hoy estoy insertado en esta sociedad. No lo sé. Extraño mucho mis afectos y mis raíces, pero todavía no sé cómo van a quedar las cosas aunque se vislumbra algo muy positivo para mí. La justicia no se ha comportado bien conmigo ni con otras personas y estará bien que en algún momento algún fiscal o algún miembro de la justicia pidieran perdón a las personas a las que les han hecho daño injustamente.
–¿Usted no tiene que pedirle perdón a nadie?
–A mi familia, por todo lo que han vivido durante todo este tiempo desde que yo entré en política y desde que Gil me denunció. Pero si le he hecho daño a alguien también pido perdón. No me creo en posesión de la verdad.
–¿Usted se ve paseando por Marbella? Porque en la ciudad su imagen es la de un representante de los peores años de la corrupción.
–La gente que me ha tratado no tiene esa imagen de mí. La gente que me conoce no piensa lo que puedan pensar todos aquellos que me puedan detestar. Yo no le debo nada a nadie y me pasearé por la ciudad que yo quiera con la cabeza muy alta y con la frente erguida porque no tengo nada que esconder ni nada que tapar. Por supuesto que me veo paseando por mi ciudad. En estos días mi teléfono no ha dejado de sonar. Yo no coincido con eso de que la gente me deteste. Si quiero ir a Marbella iré y no me voy a esconder de nadie. Jamás me he escondido y no lo haré.
–¿Su situación económica ahora cuál es?
–Tengo una economía normal, de clase media. Tengo una empresa gestionada por mi mujer, mi auto, mi vivienda, lo normal de una persona que trabaja. No nado en la abundancia. Si se analiza de lo que a mí se me acusa, cualquiera que me conozca sabe que eso es nada, una cantidad irrisoria.
–En la sentencia de ‘Malaya’ se dice que eran tres las personas que se encargaban de repartir el dinero que entregaba Roca: Marisol Yagüe, Isabel García Marcos y usted.
–Si a mí Roca me da dinero, ¿por qué urde la cama política con García Marcos y con Marisol para sacarme del equipo de gobierno? ¿Si me tenía comprado, por qué me echa del equipo de gobierno? A mí Roca no me ha dado dinero nunca. Roca sabía que después de la moción de censura se tenía que marchar. Ese era el acuerdo que había. Es una teoría absurda que me daba dinero.
–Esta afirmación del tribunal se basa en la contabilidad de Roca, donde aparecen como perceptores las iniciales de todos los concejales del equipo de gobierno, incluidas las suyas.
–No de todos los concejales. Se han forzado las iniciales porque así lo ha necesitado el señor fiscal. El señor fiscal necesitaba cerrar con nombres concretos, pero no el de todos, porque el de J.A.G. (correspondientes supuestamante a un alto cargo policial) no ha aparecido. También hay otros de periodistas, de banqueros o de policías que no aparecen. En nombre de la corrupción te puedes llevar por delante a quien te dé la gana. ¿Por qué C.F. no puede ser Club Financiero?
–En este caso, porque aparece con el resto de las iniciales de los concejales con excepción de las de Pedro Pérez, donde lo que aparece es la inicial de su apodo, Chotis.
–Está bien, pero es una teoría.
«Yo nunca voy a aceptar que me quedé con dinero del caso 'jugadores', sin embargo pagué la responsabilidad civil»
–Es una teoría que el tribunal, en el juicio, ha dado por buena.
–A mí me han investigado mis cuentas bancarias. A mis compañeros de partido también, igual que los datos fiscales. A nadie le han encontrado nada. Yo no sé si Roca se dedicaba a ponerle iniciales y cantidades a unos y a otros. Yo no sé si su contabilidad era real o ficticia o tenía que justificar esa cantidad con alguien. Lo que sí puedo decir es que esos informes policiales no están completos. Porque o caemos todos o no debe caer nadie. O tenemos presunción de inocencia o no la tenemos. Más de 60 iniciales no fueron puestas con nombre y apellido. Sólo cayeron los concejales. ¿Dónde estaba el dinero que dicen que me daban? ¿En plena ascendencia política me voy a hipotecar por esas cantidades? Ni Pedro Pérez ni María José Lanzat, y de mí no te voy a decir, creo que de tontos no teníamos nada. Ni de ingenuos. Nosotros queríamos gobernar, y ese es el precio que hemos pagado.
–Ya que menciona a sus compañeros, ¿tuvo algún contacto con ellos? ¿Se interesó en algún momento por su suerte?
–Yo sinceramente, el día antes de marcharme llamé a Pedro Pérez y le dije la decisión que iba a tomar porque sabía lo que iba a pasar. Él me dijo que no tenía nada, que a él no lo iban a detener. Desde el momento que me fui solamente lo he podido contactar a través de dos cartas que le envié a través de mi familia, pero cuando me fui corté relación con todo el mundo. En este tiempo no ha habido día en el que no haya pensado en ellos, en el dolor de ellos y en el de su familia por lo injusto de lo que han vivido. En verdad se lo digo. En el nombre de la corrupción se han llevado por delante a muchísimas personas inocentes. Yo no digo que no hubiese corrupción, la corrupción en Marbella viene desde hace años y si alguien no ha sido corrupto, le puedo asegurar que han sido María José Lanzat y Pedro Pérez. Al igual que tampoco han sido corruptas otras personas que han caído. Ha habido empresarios a quienes les han destrozado la vida. Ha habido notarios y empleados de banco a quienes les han destrozado la vida. Y ha habido políticos a quienes les han destrozado su vida. Yo siento una profunda tristeza, y la he sentido todos los días, porque yo soy una persona que no deja tirado a su equipo. Jamás. Pero en este caso no podía quedarme allá porque hubiese seguido su misma suerte. Hoy mi testimonio vale muchísimo más de lo que hubiese valido en ese momento.
–Por un lado está reconociendo que Marbella era un nido de corrupción que comenzó con el GIL, que no acabó hasta la ‘operación Malaya’ y por el otro dice que muchos de los que cayeron no eran corruptos. ¿También cree que hay gente que no cayó y debería haber caído?
–Yo no entiendo que haya contradicción. Primero, porque hubo denuncias desde el principio. Mi calvario judicial, que lleva ya 20 años, comienza cuando yo no quise firmar los contratos del ‘caso Camisetas’. La corrupción no se acaba con la moción de censura, pero la moción tenía un objetivo, que era romper el GIL, destruir ese aparato. Cuando se destruye ese aparato, porque aprovechamos la fisura política que había entre Gil y Julián Muñoz, entre Roca y del Nido, empiezan a salir todas las cosas. Hicimos la cuña al romper eso.
«Hoy mi testimonio vale muchísimo más de lo que hubiera valido en ese momento»
–¿Qué interés económico había detrás de la moción de censura contra Julián Muñoz?
–La moción de censura no se realizó por interés económico. Jamás escondió interés económico. El único interés económico que hubo fue para intentar pararla. A mí me tocaron, me ofrecieron dinero para dejar a Julián Muñoz en el poder.
–¿Quién?
–Un empresario cercano a Julián Muñoz. En el momento en el que yo paso estar en el equipo de gobierno, podría haber retirado el juicio por el caso de los jugadores. No lo hice porque quise enfrentarme a ese juicio con la cabeza alta. A mí me cesa Marisol Yagüe con una denuncia falsa, por un caso que después se archiva, un mes antes del juicio por el caso de los jugadores, con el juzgado popular que me iba juzgar a mí. En un mes, desde mi cese, hubo una campaña de desprestigio contra mi persona. Yo no fui a un juicio, fui a un matadero, con el fiscal Antonio Morales enfrente, que años después fue un miembro activo del Partido Socialista. A mí me destrozaron en ese juicio. Eso supuso mi salida de la política, mi humillación, mi desprestigio como persona. Yo nunca voy a aceptar que me quedé con dinero de los jugadores, y sin embargo pagué la responsabilidad civil para que nadie fuese a la cárcel. Mi vida política acaba en ese punto.
–¿No cree que fue una decisión equivocada esa moción de censura?
–Yo quizás tomé decisiones equivocadas para hacer cosas correctas. Y eso lo acepto. Si yo me hubiese quedado en la misma posición que se quedó Ángeles Muñoz yo hubiese sido alcalde de Marbella. Así de claro, porque la posición en la que se quedó ella fue muy cómoda. Se quedó esperando a que las cosas se pudrieran. Tomé una decisión incorrecta, sí, pero quería hacer algo bueno. Si me pregunta si han caído todos, no. Ni muchísimo menos.
–Con posterioridad a la moción de censura se siguen aprobando licencias fuera de Plan. De hecho, algunas de las causas por las que se reclama su extradición son por ese motivo.
–Licencias urbanísticas se dan de primera ocupación, porque el mal ya estaba hecho. Eran muchos los constructores que venían diariamente a pedirnos la licencia de primera ocupación. Esas licencias sí se dieron, en contra de un Plan General que era más político que corrupto. A nosotros nos dijo el autor del Plan que habría una amnistía urbanística y que sería contraproducente no dar las licencias. Eso me lo decía a mí en las reuniones.
–Al día de hoy Marbella sigue con 18.000 viviendas sin legalizar a consecuencia de lo sucedido cuando usted era concejal.
–Esto es un tema político, porque la ciudad de Marbella molesta a otros intereses. Todo esto de sacar al equipo de gobierno, poner a la gestora, estaba todo orquestado. Esto fue orquestado con Rubalcaba a la cabeza, el señor Chaves, buscando un juez que estuviera virgen. La ‘operación Malaya’ es todo un circo. Yo no digo que no viniera bien para limpiar la corrupción. Ahora tienes el caso Gürtel. Las iniciales van a ser iguales que las que tenía Roca en su agenda y te garantizo, porque lo sé de muy buena tinta, que no va a haber coincidencia con el nombre de ningún político que esté en el candelero.
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