'Una entre un millón', el homenaje póstumo a Joan Hunt, fundadora de Cudeca, para cumplir su último sueño

Cuando finalice el 2021, Cudeca habrá atendido a unas 1.700 personas en este año, «la mayoría de ellas en sus domicilios, pero también en nuestras unidades de hospitalización y en en la unidad de día», precisa Martín. Desde que comenzaran su andadura hace 30 años, muchas cosas han cambiado ya que Cudeca nació a la par que llegaban a España los cuidados paliativos. Por un lado, en sus inicios, esta asistencia estaba ligada solo a los enfermos de cáncer, sin embargo, desde hace años, atienden a otros pacientes, como los de ELA o párkinson avanzado.

Por otro, llevan años atendiendo a niños y a sus familias «a través de profesionales de nuestra organización que se han especializado en este tipo de atención que es muy especializada y muy particular y siempre hemos querido dar un paso más adelante y tener todos los servicios que tenemos para los adultos diseñados específicamente para los niños», explica la gerente.

Una necesidad que han detectado a partir de la propia experiencia. «Nuestra fundadora, Joan Hunt, falleció en junio de este año y ella, en sus últimos años, vivía en una casa que ella misa construyó con sus recursos dentro del terreno de nuestro centro en Benalmádena, con la condición de que esta casa se usara para cuidar». Ahora, tras la dura pérdida de Joan, convertirán su casa en ese espacio especializado para niños y adolescentes.

«Al ser una casa entera en lugar de una habitación en nuestro hospital, puede adaptarse mejor a la situación que viven. Cuando un niño padece una enfermedad, no solo oncológica, sino enfermedades crónicas, complejas y de largo recorrido, toda la familia suele estar implicada, no solo los padres sino también los abuelos y los hermanos. Esa casa puede acoger muy bien a esos pacientes y como está pegando a nuestra unidad de hospitalización y es muy fácil darle la atención hospitalaria que necesita», detalla la gerente.

Además de la casa, quieren adaptar todos los servicios. El proyecto completo de la unidad de paliativos pediátrica incluye «un equipo domiciliario dedicado a visitar a niños con su médica, enfermera y trabajadora social que será también el que atienda a los ingresados en la casa cuando sea necesario controlar algún síntoma concreto de una enfermedad, porque se acerque el final o para dar un respiro a la familia», indica Martín.

«La tercera parte del proyecto es contar con una Unidad de Día adaptada. Los adultos vienen a recibir todo tipo de terapias, masajes, de imagen, peluquería, todos esos elementos que hacen que nuestra vida tenga mejor calidad. La idea es diseñarlo para los niños, utilizando terapias como la fisioterapia, con arte, con música, con juegos y buscar mejorar la calidad de vida y el día a día de esos niños y esos padres», completa. Una ambiciosa iniciativa que tiene abierto un proceso de crowdfunding hasta finales de enero.

«Nos hemos envalentonado para conseguir este segundo sueños de Joan Hunt», sonríe Martín. «Así es como Cudeca ha afrontado siempre lo proyectos, primero confiando en la comunidad, para que nos siga acompañando y apoyando, y también gracias a las instituciones públicas y privadas», agradece. De hecho, en la casa habrá un paño en el que se inscribirán los nombres de todas las personas o instituciones que donen 250 euros o más, en señal de agradecimiento, pero también para que «esas familias que a veces se sienten solas, vean que están arropadas», puntualiza la responsable de la entidad.

Además de este tipo de campañas, su principal fuente de financiación son las 26 tiendas de segunda mano que tienen en toda la provincia y que salen adelante gracias a la colaboración de casi un millar de voluntarios. «Muchos aportando lo que puedan, esa ha sido siempre la base de Cudeca y siempre se ha conseguido», dice esperanzada.