Los cambios fiscales que seguirán a la salida del Reino Unido de la Unión Europea podrán tener una repercusión relevante en el sector inmobiliario en la Costa del Sol, que depende en cerca del 50 por ciento del mercado británico. El 'Brexit' supondrá a partir del año próximo, salvo que se alcance un acuerdo en otro sentido, la aplicación de modificaciones tributarias que afectarán de manera importante a los británicos residentes en el Reino Unido que perciban rentas por el alquiler de viviendas en territorio europeo.
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En torno al 50 por ciento de las viviendas que se venden en la Costa del Sol, y singularmente en el entorno de Marbella, Mijas y Estepona, son adquiridas con fines vacacionales por británicos residentes en su país, que al mismo tiempo obtienen una rentabilidad mediante el alquiler durante los periodos en los que no los utilizan.
Los cambios tributarios que se aplicarán una vez concluido el periodo transitorio, de no mediar antes un acuerdo específico entre el Reino Unido y España, los afectarán de forma relevante. Actualmente, al ser ciudadanos de la Unión Europea aunque no residentes en España, están obligados a pagar un 19 por ciento sobre las ganancias que obtiene por el alquiler una vez deducidos los gastos generados por esa actividad, incluidas las comisiones que cobran las plataformas de alquiler vacacional. Se trata de una liquidación que deben realizar trimestralmente tras registrarse como propietarios de inmuebles no residentes en el país y en el que los inquilinos figuran como pagadores subsidiarios.
Cuando se consume la salida, al convertirse en residentes en un tercer país no perteneciente a la Unión Europea, los propietarios pasarán a tributar un 24 por ciento sobre los ingresos brutos del alquiler y no podrán deducir ningún tipo de gastos.
Así lo explicó este martes en Marbella el economista Santiago Lapausa, que intervino como ponente en la jornada 'Brexit ¿Y ahora?' organizada por el Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) Marbella, junto al abogado Ricardo Bocanegra y la cónsul británica en Andalucía, Charmaine Arbouin.
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Este cambio en la tributación de los alquileres puede tener consecuencias directas sobre el mercado inmobiliario, ya que muchos de los británicos que adquieren viviendas en la Costa del Sol lo hacen no sólo con fines vacacionales sino también con la perspectiva de obtener una renta que les permita hacer frente a los vencimientos de las hipotecas. Muchas de las inmobiliarias que operan en el entorno de Marbella, así como los despachos de administradores de fincas, obtienen parte de su facturación en la gestión de los alquileres de estos inmuebles.
La cónsul británica en Andalucía, Charmaine Arbouin, insistió en la necesidad de que los ciudadanos británicos residentes en España que no se hayan registrado todavía como tales lo hagan antes de que concluya el actual periodo transitorio, única manera de poder garantizar que podrán garantizar en el futuro sus derechos en cuanto a permisos de trabajo, asistencia sanitaria o revalorización de las pensiones que perciben de su país de origen. «Hay 300.000 británicos registrados, pero cada uno de ellos conoce a alguno que no lo está», señaló.
La cónsul aseguró que el turismo británico seguirá llegando a España y recordó que la relación entre ambos países se remonta a mucho antes de la creación de la Unión Europea.
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