Aumentan los casos de ansiedad y acoso escolar en adolescentes por la pandemia

«Los más afectados han sido los adolescentes, quienes estaban desarrollando su personalidad y han estado con el rostro tapado. Gracias a la mascarilla, muchos han podido ocultar rasgos corporales incómodos. Ahora se sienten desnudos», explica Isabel Cintrano, psicóloga clínica con consulta privada y voluntaria en los institutos Sierra Blanca y Victoria Kent. «Mi propia hija no se ha quitado la mascarilla en clase». Son casos significativos, pero Cintrano destaca, sobre todo, el incremento de las consultas psicológicas primarias, con casos frecuentes de pacientes menores con ansiedad. «El problema es mayor en las grandes ciudades», afirma Cintrano, quien pondera el aumento de las lesiones autoinflingidas en la era pospandemia. «Advertimos cada vez más casos en Marbella», asegura.

Su trabajo como voluntaria y el de sus compañeros ha permitido observar el aumento también de casos de acoso escolar, faltas de asistencia continuadas, actitudes antisociales, violencia doméstica, cuando no el más puro desamparo psicológico. Ahora que se han relajado las ya adquiridas costumbres de la pandemia, «ahora que empiezan a salir entre grupos de iguales no saben como expresar su frustración». Fuentes consultadas del Hospital Clínico de Málaga, al que se derivan los casos más graves, corroboran, además, que han aumentado los ingresos psiquiátricos de menores.

Los casos con peores consecuencias de Marbella y las ciudades más próximas de la Costa del Sol son observados por la Unidad de Prevención en Intervención Intensiva en Conducta Suicida, que coordina el psicólogo clínico Miguel Guerrero. Se trata del programa Cicerón, pionero en Andalucía en la prevención del suicidio y que tiene su centro en el Hospital Costa del Sol. Guerrero sugiere que, durante el confinamiento, «debido a barreras asistenciales», los menores dejaron de venir a las consultas primarias.

Guerrero afirma con contundencia que los casos han aumentado, pero no tiene datos fehacientes. «No ha habido tiempo». Antes de la pandemia el 10% de los menores de entre 8 y 14 años de la Costa del Sol necesitó asistencia psicológica, y un 20% entre los mayores de 14. Sí, han aumentado los casos, mucho. En concreto, los trastornos alimentarios, las autolesiones y la adicción a las pantallas y la tecnología. «Estamos pagando el precio. Es el grupo de edad más demanda asistencial está necesitando».