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Leandro Pavón
Domingo, 28 de febrero 2016, 01:07
Hasta el pasado año, la urbanización del Seghers en Estepona era una zona tranquila en la parte más occidental del casco urbano. En este pequeño barrio se mezclaban viviendas unifamiliares de vecinos de la localidad con otras dedicadas a segunda residencia o propiedad de bancos por algunos impagos. Ahora también han de convivir con una decena de okupas que en búsqueda de viviendas vacías se ha establecido allí alertando a los propietarios.
Desde que se estableció en el Seghers este campamento, los robos en las casas empezaron a sucederse. Según denuncian los vecinos, los okupas vigilan por las noches las viviendas que tienen luz y las que no para elegir donde entrar.
«Una vez que entran, eligen si quedarse en ellas o robar todos los muebles. Algunos han llegado a su casa después de varios meses y se la encontraron vacía», apunta uno de los residentes, que ha visto estas propiedades sustraídas en redes sociales que se dedican a la venta de artículos de segunda mano.
Los problemas empezaron a aparecer hace nueves meses. La primera pareja okupa que entró en la urbanización se instaló en un inmueble propiedad de un banco. «Vimos que era un matrimonio joven con dos niños pequeños y pensamos en que podrían necesitar la vivienda para sobrevivir. Pero nos equivocábamos», expresó una vecina de uno de los diferentes grupo de casas llamado aldea Los Payasos.
Según relatan varios residentes de la zona, a través de esta pareja empezaron a llegar más okupas que se comenzaron a alojar tanto en viviendas propiedad de bancos como de particulares que no tenían fijada su residencia habitual en Estepona.
«Hemos visto que esta pareja actúa como caseros y realquilan las casas que ocupan. Él se encarga de buscar las casas y después les cobra por darse de alta en la luz como para engancharse al suministro de agua», explican los habitantes del Seghers, quienes ya sufrieron alguna avería en una tubería y tuvieron que enfrentarse con los okupas al creer que era una excusa para echarles.
Parque
Una de las principales preocupaciones de los vecinos del Seghers es la vigilancia del parque existente en la urbanización. Desde hace meses, la iluminación es inexistente y las peticiones para aumentar la presencia policial en la zona para evitar incidentes ha sido repetida varias veces tanto al Ayuntamiento -la última vez en una reunión la pasada semana- como a los Cuerpos de Seguridad.
«Los propios okupas han roto los cables de la iluminación para poder vigilar mejor las casas que tienen luz o no. Allí por las noches hacen hogueras y hemos visto un ir y venir de gente que nos hace sospechar que hay drogas. Yo antes podía ir a tirar la basura y dejarme la puerta de mi casa abierta. Eso ya es imposible», apunta una vecina a la salida de su vivienda.
En la reunión con diversos miembros del Ayuntamiento, los vecinos y propietarios hicieron una lista con una serie de peticiones para poder mejorar su calidad de vida. Entre ellas estaba la limpieza periódica de la zona verde, la presencia de un guarda y el cierre de las cuatro puertas que tiene este espacio por las noches, para así evitar las reuniones de los okupas en su interior.
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