Michelle Rodriguez, vacaciones aceleradas

En camiseta y bañador despistaba un poco, pero esa cara no es de las que pasan desapercibidos. «¿No es la protagonista de Fast & Furious?», se preguntaron unos jóvenes. Y efectivamente ahí está la foto para atestiguarlo: la estrella de Hollywood Michelle Rodriguez posando junto a unos esculturales chicos con los que se encontró en un aparcamiento de Marbella. Un fenomenal catálogo de testosterona y horas de gimnasio ante el que la sonriente actriz no solo resulta menuda y frágil, sino la protagonista imposible de títulos de acción expeditiva como Resident Evil y Fast & Furious. Una muestra más de que ese mundo que sale en pantalla la grande y la pequeña es pura ficción. No es descartable que la foto de los fortachones que dan un nuevo sentido a eso de los descamisados tenga algo de representación, pero de lo que no cabe duda es que los musculosos bañistas se «toparon» con la actriz en Marbella y ella misma se encargó de subir la foto a una red social. La acompañaba su amiga y modelo rusa Victoria Bonya que también se dejó querer para salir en el cuadro y comentaba ante el espectáculo corpóreo: «No les podíamos decir que no».

Mientras los seguidores de Rodriguez ella no usa el acento, así que se lo respetamos le preguntaban cuando volverá a aparecer en la secuela de la taquillera Avatar, la actriz nacida en San Antonio (Texas, Estados Unidos) puso un paréntesis en su ajetreada agenda hollywoodiense para darse unas merecidas vacaciones en Marbella. Llegó con la Luna llena del pasado 10 de agosto para pasar unos días con el productor Mohammed Al Turki (A cualquier precio y El Fraude) y la pareja formada por su amiga Bonya y Alexander Smurfit, en cuya lujosa residencia en primera línea de playa no ha resistido a retratarse la actriz de Hollywood. Y tirarse a la exclusiva y espectacular piscina desde unos cuatro metros de altura. Todo grabado y exhibido vía Instagram.

Los Panchos en Puerto Banús

Entre baño y baño, Michelle Rodriguez se apuntó a un viaje relámpago a Ibiza para mover un poco el esqueleto discotequero en una de las fiestas de Paris Hilton para volver a Marbella y dejarse ver por Puerto Banús. Disfrutando del mar en un formidable yate junto a Mohammed Al Turki, bicheando entre las tiendas de la marina un modelo de Tom Ford que parecía diseñado para Resident Evil, cenando en un restaurante y cantando una canción de Los Panchos cuando unos mariachis se le acercaron a la mesa.

El Marbella Club ha sido otra de las paradas de la protagonista de la serie Perdidos que, precisamente, no ha perdido ni un minuto de sus vacaciones malagueñas. Incluso se apuntó a una excursión para hacer barranquismo en Benahavis. La llevó Victoria Bonya que en Instagram le escribía en ruso bendito traductor de Google debió pensar Michelle: «Hoy te mostraré una Marbella que no es la de los turistas». Con arneses, casco y una guerrera camiseta que pedía Sexo, drogas y rap, la Rodriguez demostró que por algo es una estrella del cine de acción. Escaló, nadó y buceó para proclamar a los cuatro vientos de Internet: «Amo Marbella. La naturaleza es hermosa».

No han faltado los selfies ni el recuerdo al malogrado Robin Williams «Love you», le escribió cuando se enteró de la noticia mientras descansaba en Málaga. El pasado lunes colgaba su última foto. Desde el aeropuerto de la capital de la Costa del Sol. Iba de negro. De luto por sus vacaciones. Su mensaje final no podía ser más elocuente: «Vuelta a la realidad». Como tantos.