Eugenia Silva, durante un paseo por Marbella.

El momento dulce de Eugenia Silva

La modelo vive a tope su reciente maternidad entre Formentera y Marbella, donde se le ha podido ver con su amiga Amaia Salamanca

rosa villacastín

Sábado, 23 de agosto 2014, 01:45

Conocí a Eugenia Silva hace años en Nueva York cuando intentaba abrirse camino como modelo. Era joven y tenía una belleza de las que no pasan desapercibidas: alta, morena, de amplia sonrisa, se distinguía del resto no solo por su simpatía o por su elegancia, también por su madurez a la hora de comportarse, de trabajar. Cualidades que cautivaron a diseñadoras de la talla de Carolina Herrera y a Oscar de la Renta.

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Pasado el tiempo me la volví a encontrar en Madrid, cuando ya su nombre aparecía en las portadas de las revistas más importantes de moda y entendí su éxito personal y profesional en un mundo donde son muchas las que intentan abrirse camino y muy pocas las elegidas. Si Eugenia ha llegado a lo más alto es por su profesionalidad, no por dejarse seducir por la palabrería hueca de quienes intentan hacer su agosto con chicas muy jóvenes a las que una vez que les han sacado el jugo dejan tiradas en la cuneta de la vida. Algo que a ella difícilmente le habría pasado, entre otras muchas razones porque desde joven dio sobradas muestras de tener una cabeza muy bien amueblada.

Hace cuatro meses, Eugenia fue madre primeriza, un sueño hecho realidad que comparte con Alfonso de Borbón, su compañero de vida, hijo de Marisa de Borbón que fue la musa de Loewe durante más de dos décadas y de Alfonso de Borbón que siempre ha dado muestras de gran sensatez. Un sueño hecho realidad que vive a tope, como cualquier madre, entre Formentera donde tiene una bonita casa y Marbella donde pasa el final de sus vacaciones.

Dice Eugenia que no se ha sometido a ningún régimen para adelgazar después del parto. En realidad, no lo necesita porque no ha perdido su espléndida figura como bien pude comprobar en El Ancla a donde acudió a comer con su buena amiga Amaia Salamanca, y donde Josele pudo hacerle fotos que testifican lo poco que ha engordado después del embarazo. Aun así insiste en que el tema no le preocupa porque está convencida de que todo volverá a su lugar pasado un tiempo. De momento, lo que quiere es disfrutar de su pequeño, estar con él el mayor tiempo posible antes de que las casas de moda empiecen a reclamar su presencia en las pasarelas.

Ya sé que mucha gente pensará que para mujeres como Eugenia Silva o Amaia Salamanca, todo es mucho más fácil. Y verdaderamente lo es porque tienen medios para que les ayuden en la crianza de sus hijos y en la casa, pero no hay que olvidar que tanto las modelos como las actrices saben donde están hoy pero no donde estarán trabajando mañana, lo que les obliga a separarse de sus pequeños cuando estos apenas empiezan a abrir los ojos a la vida.

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