Las lentejuelas deslumbran en la Global Gift

La Global Gift Foundation culminó su fin de semana filantrópico con una cena de gala benéfica celebrada en el Hotel Gran Meliá Don Pepe. Después de varios días viendo a las estrellas norteamericanas por Marbella llegaba el momento más esperado, la ocasión en la que Eva Longoria se dirigiría a los medios para contar lo bien que lo estaba pasando y lo agradecida que estaba a todos los participantes y patrocinadores del evento. Tanto ha disfrutado en sus salidas por la ciudad y, especialmente, en los restaurantes que tal como explicó entre risas: «He estado comiendo, comiendo y comiendo tanto... que tenía miedo de no entrar en el vestido».

Parece que la protagonista de Mujeres Desesperadas se siente en Marbella como en casa y procura vivir intensamente todos los días que pasa en la ciudad: «Me encanta el acento de los andaluces, lo entiendo mejor que en Madrid» .

Pero más que sus palabras, lo que despertaba auténtica curiosidad era el vestido que portaría la actriz. La diva se hizo esperar lo justo, suficiente como para crear expectación pero no tanto como para agotar al público y suscitar críticas negativas.

A su llegada sorprendió por su naturalidad tanto en el maquillaje como en el peinado, en el vestido en color champán con aplicaciones laterales que enmarcaban sus sinuosas curvas como por el cabello suelto. Una naturalidad que desplegó también sobre la alfombra roja charlando y bromeando con los invitados VIP, prestándose a cada fotografía y posando con todos los que querían dejar inmortalizado el momento con los populares selfie, esa instantánea que toda la vida hemos conocido como autorretrato.

Eva se guardó, sin embargo, de hablar sobre su novio, al que no ha presentado oficialmente en España, José Bastón, conocido entre sus amigos como Pepe que no ha querido restar protagonismo en ningún momento ni a su pareja ni al evento. El empresario mexicano, presidente de Televisión y Contenidos de Televisa lleva todo el fin de semana acompañando a Eva, aunque fiel a su carácter reservado no ha querido exponerse públicamente y, hasta ahora, sólo se ha visto a la pareja junta en sus salidas privadas por la ciudad y en las citas sin prensa. De hecho, ayer mismo ambos recorrieron el casco antiguo y estuvieron comiendo en un restaurante de la Plaza de los Naranjos antes de la gala benéfica del Don Pepe.

Como pinceles acudieron también los actores internacionales Amaury Nolasco y Terrence Howard, conocidos por Transformers y por Iron Man respectivamente. Howard en todo momento acompañado por su novia con la que posó muy cariñoso y Nolasco bromeando y sonriendo por doquier.

Por fin pudimos ver a uno de los protagonistas de la noche, Bertín Osborne, que no pudo asistir al torneo de golf celebrado el sábado y que este año colabora con Global Gift, por lo que parte de lo recaudado irá destinado a la fundación que puso en marcha junto a su mujer, Fabiola Martínez. Un proyecto que atiende las necesidades de familias con hijos con lesión cerebral.

Para el acto, Bertín y Fabiola contaron con el apoyo de las hijas del anterior matrimonio del polifacético cantante. La complicidad de Bertín con sus hijas se pudo comprobar cuando se fundieron en un intenso abrazo justo antes de salir para posar en familia sobre la alfombra roja acompañados por Eva Longoria, que también demostró gran confianza cruzando risas, bromas y confidencias con el jerezano.

María Bravo, al frente de la organización, ha logrado que todo quede sufragado mediante intercambios y patrocinios, desde vuelos, hoteles, manutención de los invitados, regalos, premios, chóferes, vehículos de cortesía hasta la propia cena de gala que la dona Martín Berasategui, cocinero con siete estrella Michelin, que además firma la ejecución del menú. Pletórico apareció el cocinero, encantado de su colaboración con la organización de Gobal Gift.

Marbella acogerá el próximo 19 de noviembre la presentación de la Guía Michelin lo que para el reputado chef es «una noticia fantástica» porque para él, la elección ha sido muy acertada: «¡Es el mejor sitio del mundo!».

Para el anecdotario quedan los abrazos y juegos de Boris Izaguirre y Carmen Lomana, la bragueta abierta de Jordi Mollà, el traspiés de la bloguera Gloria Morales, más pendiente de que su falda de lentejuelas luciera en la foto que de su propio equilibrio o las mejillas coloradas de Luis Medina al recibir los piropos de una reportera. Junto a ellos Lorena Bernal, sobria y elegante, Amalia Bono y Manuel Martos, Luján Argüelles o Cari Lapique completaron el plantel en una alfombra roja repleta de brillos y lentejuelas.