El escaparate de las marcas levanta el telón

Acudir a la fiesta inaugural de Marbella Luxury Weekend con un atuendo sin marca es lo más parecido a presentarse desnuda o desnudo, según el sexo. Y en tamaña temeridad sólo cayeron unos pocos. La gala de esta cuarta edición volvió a concentrar en la Carpa de la Torre a los clientes vips de las tiendas de postín con presencia en Puerto Banús convenientemente ataviados. Ellas con brillos, lentejuelas y rasos, y dos complementos indispensables: taconazos y laca. Los hombres lucían palmito sí o sí, aunque no estuvieran para esos trotes, pero con atuendos más aburridos. Junto a estos invitados anónimos, que desfilaron por el photocall ante la mayor o menor indiferencia de los reporteros, que disparaban por si acaso, acudió una escasa nómina de rostros conocidos, pero contra los que se descargó el disparador de la cámara a conciencia.

Por la alfombra roja pasó una simpatiquísima Sandra García Sanjuán. Discreta en la vestimenta, la promotora de Starlite Festival acudió con parte de su equipo y la experta en el sector inmobiliario de alta gama, Kristina Szekely. Dio brillo a la escena la bloguera María León con un vestido pegado en crudo con mallazo y Francina, la primera top model con la que contó España. Al cierre de esta edición ningún otro rostro conocido se había dejado caer por la gala, aunque la organización especulaba con la llegada de alguna celebridad a la marina, que, por cierto, presentó una puesta en escena menos espectacular que años anteriores.

Los que sí estaban degustaron el cóctel servido por Dani García junto al grueso de los invitados. Aunque una buena parte de ellos, prensa incluida, fue trasladada por razones de aforo a la carpa de Levante, donde las viandas no quedaron a la zaga por virtud de Salduna Catering. La modelo Verónica Hidalgo, que no enfiló el photocall, actuó de maestra de ceremonias en la gala principal, donde una exultante Ángeles Muñoz, acompañada de su paladín de Turismo, José Luis Hernández, artífice de la cita junto a las marcas y los patrocinadores, entregó reconocimientos a los responsables en Marbella de tres firmas por su apoyo al evento desde la primera edición en 2011. Los elegidos: Salvatore Ferragamo, Tourbillon y Cartier.

A poco que se pegara la oreja a las conversaciones ajenas, de muy mala educación, por otra parte, podían distinguirse acentos árabes, rusos o ingleses. La de anoche fue también una fiesta multicultural. Cabe destacar la presencia en el escenario de la solista Celia Vergara y de las bailarinas de REA Danza, que ambientaron la velada, y a las que recogieron el testigo distintos DJs hasta bien entrada la madrugada.

El otro punto de atención de la noche se fijó en la pasarela flotante de más de 20 metros sobre las aguas de Puerto Banús y que inauguraron tres firmas: Wolford, Swarovski y Sena Design. Sobre la pasarela se vieron outfits variopintos, con opciones que iban desde lo étnico a un estilo más setentero, pasando por la inspiración minimal y art-decó.

Pero si de moda y elegancia toca hablar, Mar Flores puso el punto y aparte horas antes de la fiesta inaugural, a la que, por cierto, no fue por motivos de agenda. La modelo acudió al mediodía al estreno de la boutique Escada, que ha abierto en Puerto Banús coincidiendo con Luxury Weekend. Vestida con un look cien por cien Escada pantalón pirata y chaqueta azul de 1.300 euros, encandiló a todos. Parece que por ella no pasa el tiempo, pese a tenerla a un palmo de distancia.