Secciones
Servicios
Destacamos
Iván Gelibter
Martes, 3 de marzo 2015, 00:37
Gracia Guzmán llegó a Newcastle, Inglaterra, hace ahora tres años, y como muchos jóvenes malagueños, lo hizo para mejorar su inglés y tener algo de experiencia trabajando en el extranjero, para posteriormente y volverse ese mismo año para empezar el CAP (cualificación para poder ejercer de profesora en España). «Empecé a trabajar en un pub inglés y a dar clases privadas de español hizo un curso intensivo de enseñanza como lengua extranjera en Málaga antes de mudarse a Inglaterra con una empresa con la cual sigo trabajando ocasionalmente hoy en día», cuenta Guzmán. Tras varios meses consiguió una entrevista con una empresa de reclutamiento de personal educativo, profesores y asistente de profesores, y tras tramitar papeleo y referencias de previos trabajos, le ofrecieron un puesto para cubrir bajas en colegios de necesidades especiales de Newcastle y sus alrededores. «Me mandaron a un colegio de niños con autismo, parada cerebral, hiperactividad y problemas de aprendizaje por un día para cubrir una baja, y me quedé trabajando en ese colegio durante todo el año escolar 2012/2013 como asistente de profesora».
La «limitación» que Gracia considera que hay en España para poder dedicarse a la enseñanza «sobre todo entre los jóvenes», le hizo plantearse la posibilidad de sacarse algún título para poder ejercer su profesión de maestra en Inglaterra. «Tras informarme de las diferentes rutas para conseguir la cualificación de profesora me decidí a aplicar para el PGCE (certificado profesional de educación) en la Universidad de Northumbria, y tras un largo proceso de completar solicitudes, presentar certificados educativos anteriores y pasar varias etapas durante un día de entrevista, conseguí una plaza». Tras un año de formación y otro de prácticas, Gracia podría entonces y esa era su idea, volver a España y buscar trabajo, pero el proceso vital en el que se encuentra inmersa le ha hecho ver las cosas de otra manera. «Ahora que me encuentro a medio camino de terminar este año de prueba y veo el potencial y número de oportunidades que tengo aquí la opción de volver a España queda atrás. No sé cuando volveré, no me he puesto un límite, mientras siga estando contenta por aquí y continúe desarrollándome profesionalmente no tengo prisas para volver. Me encanta Málaga y Alhaurín el Grande, me encanta el estilo de vida en España, el tiempo, la comida, el paisaje, sus gentes... Pero si no hay lugar para mi desarrollo personal y profesional todas esas cosas que anhelo pierden importancia».
Salario de 1500 libras
Respecto a la cuestión meramente económica, Gracia lo tiene muy claro. «Yo tengo un salario de 1500 libras después de haber pagado tasas e impuestos, y pago 360 libras al mes para cubrir el alquiler del piso, la factura de la luz, agua, internet e impuestos de la vivienda». Además, su sueldo le permite salir, comer fuera, hacer viajes de fin de semana, comprar vuelos para ir a España a visitar a su familia, darse un «caprichito» de vez en cuando y ahorrar.
Inmersa como está en sistema educativo inglés, tiene una opinión muy formada al respecto. Lo considera «más efectivo y de mayor calidad que el español», empezando por la etapa universitaria, los estudiantes pasan menos horas a la semana en la universidad pero más tiempo de estudio e investigación individual para completar ensayos y casos prácticos. Aunque siente la gran ausencia de su familia y amigos, Gracia por ahora no volverá, y pasará a esa nómina de jóvenes españoles formados, que prácticamente sufren un exilio.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.