Dorian clausuró el festival en La Térmica

Fin de fiesta a ritmo de rock duro y electrónica hippie

El público responde a la propuesta matinal de La Térmica y despide el 101 con el buen rollo de Smile y la energía de Dorian

Regina Sotorrío

Lunes, 14 de julio 2014, 02:10

El 101 Sun Festival ha encontrado la receta para combatir la resaca: más música. Tras una intensa noche en la que se bailó hasta el límite con Crystal Fighters y Black Rebel Motorcycle Club, a muchos le quedaban ganas de marcha por la mañana. Con el sol de las cuatro de la tarde, Dorian animó a La Térmica con la energía de temas como Cualquier otra parte o Los placeres efímeros. Manos arriba y a saltar para despedir el 101. Antes, el vozarrón de Lisa & The Lips dejó boquiabierto a más de uno;y el buen rollo que transmitía Smile que bajó «al ruedo» para sentir el «calor humano» conquistó a todos.

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Pero el gran fin de fiesta se vivió la noche del sábado. Aún resonaban los ecos de la voz de Eva Amaral llamando a la revolución, cuando desde el otro extremo del estadio de atletismo Robert Levon Been, cantante de Black Rebel Motorcycle Club, preguntaba «What happened to the revolution?» en su canción Berlin. Con su habitual actitud de perros viejos del rocknroll de chupa de cuero negra y cigarro apenas sostenido en la punta de los labios, a lo Lucky Luke, los de San Francisco dosificaron con sabiduría sus mejores cartuchos entre las primeras sonaron Aint No Easy Way y para el final dejaron la atronadora Whatever Happened to My RocknRoll y dieron la sensación de que hasta el estadio se les quedaba pequeño: dos enormes muros de amplificadores llenaban el espacio entre los tres miembros de la banda.

Mientras tanto, al otro lado se preparaba una fiesta con mayúsculas: los siguientes eran Crystal Fighters. La presentación no podía ser más apropiada para estos adalides del neohippismo: flores y plantas sobre los instrumentos, una bandera con estampado navajo detrás y tocados de plumas de pavo real en las cabezas de algunos de sus componentes. Crystal Fighters son muchas cosas a la vez, una mezcla confusa en ocasiones de espíritu paz y amor, música folk, dubstep e influencias vascas y navarras el cantante apareció con el uniforme de los Sanfermines, pero lo que sale de ese pastiche es divertidísimo. Arrancaron con el zumbido de Solar System, siguieron con los sonidos veraniegos de L.A. Calling o You & I y continuaron con la radiable Are We One. La extraordinaria actuación merecía un bis, que fue Xtatic Truth, momento en el que Sergio Vinade (ahora en Tachenko) apareció para tocar la txalaparta en un final apoteósico.

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