David Salmerón, 'Sr. Salme', rodeado de algunas de sus últimas piezas, entre las que abundan los astronautas. :: ñito salas

El dibujante que conquistó Internet

'Nature', 'The Guardian' y 'The Washington Post' están entre los clientes de este ingeniero malagueño que siente debilidad por la ciencia ficción y los astronautas

Francisco Griñán

Miércoles, 22 de julio 2015, 18:43

Su tarjeta de presentación ya apunta que es un tipo que se sale de lo común: Sr. Salme. Solo hace falta abrir la gran carperta de ilustraciones que trae bajo el brazo para comprobar que la denominación está acompañada de un cocepto visual y un universo muy particular. Y por si parece poco, su currículum es de los que levantan las cejas: ha publicado en periódicos como 'The Guardian' y 'The Washington Post', en revistas como 'Nature', 'Variety' o 'Fortune', y ha realizado dibujos para Naciones Unidas o el EMP Museum de Seattle. Pues bien, tras Sr. Salme se esconde un ingeniero en Telecomunicaciones y analista informático que trabaja en el PTA y cuyo verdero nombre es David Salmerón (Málaga, 1975). Su debilidad por los ordenadores es tan fuerte como su pasión por dibujar. Dice que lo de darle al lápiz es una «afición», pero desde que colgó un día sus ilustraciones en Internet no ha parado de recibir peticiones, sobre todo de Europa y Estados Unidos.

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«El dibujo es algo que tenía escondido hasta que hace cinco años se me ocurrió colgar mis dibujos en una web y empecé a tener encargos puntuales de pequeñas publicaciones digitales hasta que de pronto aparecieron grandes medios y corporaciones», explica David Salmarón, que para firmar sus dibujos utiliza el diminutivo con el que lo denominaban en el instituto Ibn Gabirol, Salme, acompañado de la distinguida abreviatura de 'Señor'. «Se lo añadí para intentar ganarme un poco más de respeto», afirma con ironía este este ingeniero con alma de dibujante, que siente debilidad por la ciencia ficción y, especialmente, por los astronautas.

Sus cosmonautas suelen aparecer solos, vagando por el espacio. «No solo me interesan por la fuerza visual o porque me gusta la ciencia ficción, sino porque, además de apelar a la imaginación, estos personajes siempre van a la deriva en el espacio y transmiten soledad», explica este autor que, en su página web, se autodenomina artista. De hecho, sus encargos para grandes medios y empresas los combinan con sus propias creaciones, donde abundan esa legión de astronautas anacoretas que ya quisiera la Nasa.

En ese mundo cargado de referencias tiene mucho que ver su debilidad por el género fantástico que ya le atrapó siendo un niño con la saga de 'La guerra de las galaxias' -una de sus últimas tintas es una chica con el casco de piloto de los rebeldes haciéndose un 'selfie' con una cámara retro- o dibujos bizarros que marcaron a su generación como 'Comando G'. De ahí pasó a las lecturas del maestro polaco de ciencia ficción Stanislaw Lem o a una película espacial que tiene mucho que ver con su visión del espacio, la cinta checa 'Ikarie XB-1' (1963), un filme de culto que cuenta con el malagueño como uno de sus principales mesias.

Mancharse las manos

Aunque para los encargos utiliza el ordenador -«Es más rápido y habitualmente me lo piden con poco tiempo», señala-, el Sr. Salme prefiere mancharse las manos. «Me gusta el papel, el pincel y la tinta china», señala David Salmerón que se siente discípulo del cómic. «Es mi gran influencia, aunque en las viñetas de hoy día, como las de superhéroes, veo un exceso de colores», se queja este artista, que pone en práctica lo que predica ya que en sus dibujos asoma como mucho el bicolor. «Tiene mas fuerza», apostilla con convencimiento.

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Sr. Salme jamás se había planteado vender su obra. Y de hecho no lo hace, aunque, en este caso, Internet también lo ha puesto en su sitio. «Me surgen clientes de cualquier parte. Tengo uno de Chicago que ha repetido y todo», relata con una sonrisa este ilustrador que, como sus astronaturas, dibuja en solitario con un deseo: «Despertar la imaginación del que mira».

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