La cata: vinos recomendados en febrero

Los vinos de Muga son de los más valorados por los amantes de los tintos riojanos. Este reserva sigue siendo un fiel continuista de los vinos que desde siempre han marcado un estilo propio, un estilo ‘muga’. Es un vino muy elegante y que expresa todo lo que encierra el terruño donde se cultivan las cuatro variedades de uva que forman este tinto, tempranillo, garnacha, mazuelo y graciano.

Color rojo granate muy limpio y una amplitud de aromas que sorprende. En boca sigue estando muy fresco. Un vino de guarda.

Si somos amantes de los vinos clásicos blancos de esta denominación, entonces Monte Real Fermentado en barrica es una de las mejores opciones que podemos encontrarnos. Un coupage muy elegante de dos variedades, viura y malvasía, perfectamente integradas. 

Esta añada se caracteriza por su color amarillo con tonos verdosos y una nariz donde la fruta tropical y el plátano predominan sobre los tonos florales. En boca es muy complejo. Un vino perfecto para pescados salseados y cocina japonesa.

Un año más, Pruno se nos revela como el mejor tinto de la D. O. atendiendo a su relación calidad-precio. Cada año la bodega lanza una edición limitada en formato magnum bajo el nombre de ‘Los secretos de Villacreces’, donde en añadas anteriores los protagonistas fueron el hombre, la fauna y la flora y en esta ocasión el propio río Duero. Los viñedos y la bodega se encuentran en un meandro que forma el río a su paso por estas tierras. Su peculiaridad, su color rojo granate, sus delicados aromas a frutas rojas y equilibrado paso por boca lo convierten en un vino ‘top’.

Esta bodega ha empezado el año con un lanzamiento singular, un vino reserva que hace más comprensible todas las características que debe reunir un gran vino. Se presenta en un estuche que contiene, además de la botella, tres frascos de esencia (regaliz, vainilla y chocolate) y un tarrito con la tierra de los viñedos de donde procede. Se establece de esta manera un diálogo entre el vino y el consumidor. 

Bonito color rojo cereza y muy persistentes los aromas a balsámicos, vainilla y cacao en la copa. En boca vuelven esos mismos recuerdos.

Por el momento es uno de los mejores espumosos que se elaboran en nuestra provincia. Victoria Ordóñez ha conseguido con este coupage de Pedro Ximénez, Syrah, Tempranillo y Petit Verdot un rosado con burbujas muy fresco y atractivo al paladar y a la vista. Un vino ideal para acompañar al marisco, arroces de pescado y todo tipo de cocina japonesa.

Atractivo color rosa pálido. Con aromas a flores blancas y frutas rojas. Muy fresco y un poco dulzón en boca.

Una de las bodegas con más prestigio en toda la Ribera del Duero ya ha sacado al mercado su primer vino blanco amparado bajo la misma denominación. Se trata de un monovarietal de Albillo, la uva blanca por excelencia de esta zona, con tres meses de crianza en barricas de roble francés. Está elaborado con uvas provenientes de viñedos de unos 50 años. A la vista presenta un color amarillo pálido con tonos dorados propios de la crianza. Aromas a hinojo, flores blancas y un final mineral. En boca tiene una persistencia media. Un vino para acompañar arroces de ave.

Es el tinto más representativo de todos los que se elaboran en la Axarquía. Para este coupage de las variedades Petir Verdot, Syrah y Tempranillo, Victoria Ordóñez y su hijo Guillermo han elegido las uvas de unos viñedos cuya edad supera los 30 años y están plantados en espaldera y con unas pendientes muy pronunciadas. 

Este tinto expresa toda la personalidad de un terruño muy peculiar y único en Europa por su gran influencia mediterránea. Atractivo color rubí muy limpio. Aromas a frutas y flores rojas. Un gran vino gourmet.

Este monovarietal de Chardonnay es uno de los blancos navarros más integrados en el sector de la alta restauración. Sin duda, su calidad le hace merecedor de esta situación. Desde su primera añada, el blanco fermentado en barrica de la Colección 125 Aniversario es el que mejor expresa todo el potencial de esta variedad en los suelos navarros. A la vista tiene un color oro pálido muy limpio con algunos tonos verdosos en los bordes de la copa. Aromas balsámicos y frutos secos. Muy untoso en boca.

Si hay un vino de garaje que tenga acento norteamericano y esencia riojana, sin dudarlo un instante me atrevería a decir que es este. La Bodega 202 es muy joven, se fundó en el 2014 a raíz de un viaje que sus propietarios hicieron por esta tierra mientras hacían el Camino de Santiago. Los vinos de esta casa tienen la particularidad de que proceden de viñedos muy viejos situados a mucha altitud. Poco más de 4.000 botellas conforman la presente añada. Elegante color rojo granate y una nariz donde las frutas rojas maduras dejan paso a las flores silvestres y los balsámicos. Un tinto para disfrutarlo.