Las recomendaciones de vinos del mes de agosto

Es uno de los mejores cavas rosados de añada que hoy hay en el mercado. Juvé&Camps nunca falla en cuanto a la calidad de sus productos y este monovarietal del 2011 de Pinot Noir vuelve a demostrárnoslo una vez más. Un cava premium hecho con uvas ecológicas que la bodega tiene en una finca y de la que solamente han podido hacer 5.200 botellas, por lo que estamos ante todo un lujo en rosé. La apuesta que esta casa hace por las largas crianza se refleja en un cava color frambuesa pálido con tonos salmón, una nariz donde los aromas a jazmines se entremezclan con los de fruta confitada. Ideal para pastas y cocina japonesa.

Si hubiera que definir este rosado en dos palabras, estas serían «clarete de parcela». El vino nace de unas uvas centenarias cultivadas al abrigo de un monte y escondidas entre encinas y robles. Su principal característica es que muchas de estas variedades que lo conforman ya se cultivaban en la zona hace más de un siglo y eran las uvas tradicionales de los claretes castellanos. Carmen es la reencarnación de esos claretes ancestrales. Son viñedos ecológicos y la selección de las uvas se ha hecho de manera manual. El resultado, un vino de color salmón oscuro. Con potencia a la vez que frescura en boca y un final dulzón. Perfecto para arroces.

Valbusenda es una bodega enclavada en la denominada Vega de Toro (Zamora) y que ha ido creciendo al amparo de un pequeño hotel con encanto y SPA. Tiene 16 Hectáreas de viñedo de una edad que oscila entre los 15 y los 20 años y además controla otras 80 en la zona. Esto le permite elaborar distintos vinos incluidos rosados y blancos de la variedad Verdejo. Vivo es un tinto crianza que ahora, tras casi siete años, se encuentra en su momento idóneo para beberlo. Color rubí intenso y una nariz muy potente donde predominan la vainilla y las frutas rojas. En boca es untuoso y con un final dulzón que lo convierte en un vino de trago largo. Ideal para carnes.

Este nuevo vino de Lan no deja de sorprendernos. Es el resultado de elaborar exclusivamente con uvas situadas en una parcela de 5 Ha. en las faldas de la Sierra de Cantabria. Este es el primer vino ecológico que saca al mercado la bodega riojana especializada en vinos tintos y lo hace siguiendo la filosofía de la casa de respetar al extremo la materia prima y el campo.

Lo primero que llama la atención es su color granate oscuro e intenso para tratarse de un crianza, luego sus aromas a ciruelas rojas maduras, vainilla y fruta confitada. Muy buen paso de boca y persistencia media. Acompaña muy bien todo tipo de quesos blandos y carnes.

No es frecuente encontrarnos con un vino que exclusivamente se distribuya en una sola cadena de supermercados como es el caso de Les Pinèdes. Sin duda, su precio y su buena calidad le hacen ser uno de los rosados franceses más competitivos que nos podemos encontrar este verano en los lineales de una conocida cadena de alimentación de origen alemán.

Para los que gustan de vinos rosados suaves pero con cuerpo y potencia en boca, esta es una buena opción. Tiene un color rosa pálido y una boca muy fresca y con bastante persistencia al tratarse de un coupage de uvas muy mediterráneas. Perfecto para arroces.

Esta bodega, perteneciente también a la Familia Emilio Moro, se caracteriza por elaborar unos vinos diferentes, de carácter más juvenil y moderno frente a los tintos tradicionales de esta denominación de origen. El propio diseño de la bodega ya nos anuncia esa característica.

La añada del 2015 ha estado durante 12 meses en barricas de roble francés y americano y más de un año reposando en el botellero antes de salir de la bodega. Me gustan estos vinos precisamente por ser diferentes. En nariz hay aromas a monte bajo, regaliz y un fondo de frutas rojas. En boca lo vamos a encontrar muy fácil de beber, sin aristas y con una buena persistencia. Un gran tinto.

La filosofía de esta bodega, una de las más emblemáticas de toda la DO Rías Baixas, se basa en la calidad de sus vinos donde busca la máxima expresión de la uva Albariño sin tener que pasar el vino por ningún tipo de madera. Estos vinos de 'colección' han pasado por un proceso de crianza sobre sus propias lías en tanques de acero inoxidable. Ninguno de estos vinos sale al mercado antes de dos años.

Estamos ante un blanco de atractivo color amarillo pálido, muy potente en nariz y con una buenísima estructura en boca. Para mí es uno de los grandes entre los grandes de la zona. Genial para tomar mariscos.

Me ha gustado bastante este rosado de Torres, Viña Esmeralda, porque ha sabido conjugar modernidad, especialmente en cuanto a su color, y una cierta tradición si nos detenemos a saborearlo con tranquilidad, pues en boca nos vamos a encontrar con bastante potencia, muy característica de la variedad Garnacha, y con una acidez muy bien equilibrada, lo que le otorga bastante frescura. Su color cebolla medio y una nariz con mucha fruta, frambuesa, nectarinas y un leve fondo floral. Este rosado es un buen compañero de platos asiáticos como los tatakis y sushis, y también marida bien con los arroces de pescado y ensaladas de pasta.

Miguel Ángel de Gregorio vuelve a sorprendernos en esta ocasión con un tinto que es una nueva expresión del terroir, pues logra identificar totalmente el vino con la zona donde ha crecido el viñedo, demostrando de esta manera que cada parcela tiene unas diferencias. Para la crianza de este vino seleccionó barricas nuevas de roble francés y le ha dado un tiempo de 16 meses de madera. El resultado, un tinto de color oscuro y unos aromas a arándanos y anís en la copa. En boca hay mucha estructura, persistencia y un final a chocolate puro, mermelada de fresas y notas especiadas. Es un vino que acompaña muy bien a las carnes rojas y a los guisos de cordero.

Este blanco tranquilo de Gramona es la máxima expresión de un vino primaveral por su complejidad aromática y su frescura. El equilibrio entre sus aromas y la boca supuso en su día una revolución en el panorama de los blancos de esta zona y ahora se ha consolidado como uno de los vinos blancos más apetecibles de cara al verano y que mejor combinan con casi todo tipo de platos, a excepción, claro está, de aquellos que estén muy especiados. Tiene un color amarillo verdoso muy limpio y una nariz donde el azahar y los cítricos están muy presentes. En boca es muy amable, sedoso y con bastante persistencia final.

El Collection Rosé 2017 es un vino que tiene una gran estructura y que se sale de lo que son los rosados habituales de esta denominación. Esta singularidad le hace tener una personalidad muy marcada, en parte por la zona donde se encuentra el viñedo, en plena Costa Brava, casi encima del mar. Me gusta además porque no sigue las modas de los rosados pálidos, todo lo contrario, la propia estructura que tiene le hace tener un color frambuesa medio. En nariz es bastante expresivo, predominando los tonos a fresas y ciruelas maduras. Muy potente en boca, ideal para arroces de carne.