La cata: los vinos recomendados del mes de abril

Esta bodega, una de las más inquietas y reconocidas de toda la denominación de origen, mantiene dos líneas muy definadas en cuanto a elaborar sus vinos, una para vinos de autor o gama alta y otra, muy honesta y de bastante calidad. En concreto Ramón Bilbao Reserva es todo un clásico por su coupage, tempranillo, graciano y mazuelo, como por su crianza en barrica. Elegante color rojo granate de intensidad media y una nariz donde los aromas a frutas rojas predominan por encima de los balsámicos de la madera. Buen paso de boca y persistencia.

Desde que Juvé&Camps adquiriera esta bodega en tierras burgalesas, los vinos que ha ido sacando al mercado han experimentado un crecimiento en cuanto a calidad añada tras añada. Ahora aparece en el mercado un rosado, aunque más bien y si nos fijamos en su color y paso de boca, es un clarete en toda regla. Me gusta la valentía de la bodega al alejarse de las modas de los rosados provenzales que tanto influyen en las bodegas españolas. Pagos de Anguix, un rosado como deben ser los rosados castellanos. Color y potencia.

Ya se ha predsentado en spociedad Tìo Pepe en rama del 2021, un vino de edición muy limitada que llega como es jhabitual al comienzo de la primavera. La bodega ha seleccionado este vino de las botas que plasman mejor el espíoritu de uno de los vinos más reconocidos de Jerez. Puede decirse que es un vino que pasa directamente de la bota a la copa, sin filtar, tal y como está. Un vino muy gastronómico que nos va a permitir empezar y acabar una comida sin tener que cambiar de vino. Me gusta para acompañarlo de marisco, pescados grandes, chacina y arroces de carne.

Esta bodega de la Ribera del Duero, pero de capital andaluz, pues pertenece a Barbadillo, elaboraba sus vinos bajo el nombre de Vega Real y actualmente lo hace con el de Vaccayos. Aunque ha cambiado su nombre de pila no lo ha hecho su calidad y sigue siendo un valor en alza en toda la denominación. Los tintos coupage de tempranillo y cabernet-sauvignon sobresalen por su carácter tradicional y su potencia en boca. Tiene una nariz muy intensa, donde los aromas a cacao y tostados están muy pronunciados. Buen paso de boca. Un tinto para carnes asadas.

Esta bodega, más conocida como Finca La Emperatriz, es una de las pocas de Rioja que elaboran sus vinos de una misma propiedad vinícola, es decir, que no compran uva a viticultores y solo se abastecen de los viñedos ubicados en la finca. 

Este blanco de la pasada vendimia es un monovarietal de viura que presenta un color amarillo pálido muy limpio. En nariz aparecen aromas a flores blancas y frutas como peras y melón. En boca es un poco graso, fresco y de persistencia media. Ideal como aperitivo.

Ya están en el mercado los cuatro vinos más jóvenes de esta bodega y en concreto este tinto de la variedad tempranillo. Se trata de un vino elaborado mediante semimaceración carbónica, moderno, alegre, expresivo y fácil de beber, con una bella etiqueta de estilo Art Nouveau. Incluso yo suelo aconsejar que este tinto se sirva un poco fresco si de verdad queremos disfrutar de toda su juventud. El pescado azul y en especial las sardinas en espeto son su mejor acompañante. 

Atractivo color rojo cereza picota y aromas muy finos a frutas del bosque y flores rojas.

Los que gustan de los riojas clásicos van a encontrar en este tinto coupage de tres variedades, tempranillo, garnacha y graciano, un vino muy personal donde tradición con modernidad se conjugan sin llegar a sobreponerse un concepto sobre el otro; en suma, un vino equilibrado que va a seguir gustando a los amantes de la tradición y a quienes buscan vinos de corte más moderno.

Tiene un color rojo granate intenso y una nariz donde predominan los aromas a frutas rojas maduras y los balsámicos. Buen acompañante de guisos de carne.

Hay que disfrutar de cavas como este que acaba de salir al mercado, Montesquius elaborado por el método tradicional champenoise y con más de 28 meses de envejecimiento en cavas subterráneas. Se ha elaborado con dos de las variedades más tradicionales del Penedés, macabeo y xarel-lo, todas procedentes de viticultura ecológica. 

Me ha encantado por su elegancia y finura, tanto en nariz como en boca. Nada que ver con otros cavas ecológicos.

Desde siempre me han gustado la mayoría de los monovarietales de chardonnay que se elaboran en la D. O. Somontano, pues en estas tierras situadas en las faldas de los Pirineos esta uva se comporta de una manera extraordinaria. La añada más reciente es la del 2020 y en esta ocasión Viñas del Vero la clava.

Atractivo color amarillo pálido, brillante y con tonos verdosos. En nariz hay muchas frutas tropicales y un final a plátano y limón. Denso y persistente en boca. Un blanco ideal para mariscos cocidos, crudos y pescados grandes al horno.