La cata: los vinos recomendados de la primera semana de septiembre

El trabajo del viticultor Javier sanz ha hecho que no solo no llegara a desaparecer esta veriedad en Rurda, mal-corta, sino que además se  haya convertido en uno de los vinos más exclusivos de toda la Denominación. Desde que salió por vez primera en el 2015 al mercado, cada añada de este singular verdejo, que recibe precisamente se nombre por lo mal que se corta para vendimiarlo, se agota rápidamente. Su acidez natural acentúa su frescura en nariz y boca. Muy elegante de color amarillo pálido brillante. Ganará con el tiempo en botella.

La bodega navarra del grupo masaveu  elabora actualmente uno de los rosados más interesantes que nos podemos encontrar en esta denominación. Lo hace con uva de sus propios viñedos y es un monovarietal de garnacha tinta. Está hecho a la manera tradicional de esta zona, por maceración y sangrado por gravedad. Me gusta ese color rosado oscuro con algunos tonos más morados, tan propios de ,los rosados clásicos navarros. Buena carga aromática a cerezas y flores rojas. Fresco y persistente en boca. Ideal para pasta.

El compromiso de esta bodega riojana por el viñedo sostenible le ha hecho elaborar un vino ecológico exclusivamente con viñas plantadas en una parcela ecológica de su Finca Viña Lanciano, lugar donde se encuentran sus mejores viñedos. Aquí se potencia la fauna útil que evita la utilización de insecticidas. La vendimia es totalmente manual y en bodega se selecciona grano a grano. La crtianza se realiza en barricas de roble francés. Color granate muy limpio y brillante. En nariz además de toques minerales hay mucha fruta roja madura. En boca tiene volumen y frescura.

La garnacha blanca está de moda a la hora de elegir un vino blanco monovarietal, con potencia y expresividad en nariz. Este vino ecológico ha hecho una crianza sobre sus lías de siete meses antes de ser embotellado. El resultado es un blanco de color dorado muy pálido con pequeños reflejos verdes en los bordes de la copa. Muy expresivo en nariz, con notas a flores blancas frescas, frutos secos como la avellana y un final a mineral muy personal. En boca es fresco, con potencia y con un final muy persistente y salino. Me gusta por su complejidad.

Este vino rosado es ecológico apto para veganos y se presenta en una botella muy ligera hecha con materiales reciclados y reciclables, incluso las cajas donde se almacena el vino y sus etiquetas están hechas con papel 100% reciclado. La bodega ha ganado una medalla de oro en el Concurso Mundial de Rosados celebrado en la ciudad francesa de Cannes el pasado mes de junio. A la vista tiene un color rosado pálido muy brillante. Aromas a frambuesas maduras y melocotón. En boca hay notas de esa misma fruta y un final cítrico.