La cata: los vinos destacados de la segunda semana de septiembre

Un rosado tradicional de la variedad garnacha muy correcto en cuanto a su elaboración. Campillo busca en este rosado penetrar en el mercado de los vinos rosados pálidos que tan de moda están a día de hoy. La garnacha es una variedad de uva que se adapta muy bien en esta zona riojana. Marida bastante bien con todo tipo de cocina asiática, en especial la japonesa, además de ser un buen vino anfitrión para el aperitivo a base de encurtidos, ensaladas frías y todo tipo de marisco cocido. En boca tiene una persistencia media.

Esta manzanilla en rama pertenece a la serie de vinos ecológicos que Barbadillo elabora bajo el epígrafe de «Cielo, Tierra y Mar» con el objetivo de difundir la necesidad de preservar el medioambiente y la naturaleza singular de la Costa de Cádiz. El nombre, Salicornia, está muy ligado a las marismas gaditanas. Tiene un color amarillo pajizo, brillante y con lágrima bastante espesa. En nariz predominan los aromas yodados y a hojas de oliva. En boca es seco y con un final a frutos secos tostados. Ideal para tomar con ostras y gambas.

Este es uno de los vinos que mejor definen la bodega de Javier. Un monovarietal de tempranillo elaborado con uvas completamente despalilladas en depósitos de acero inoxidable y con una crianza en barricas nuevas de roble francés, además es el único de sus vinos que no se elabora en Laguardia, concretamente se hace en la localidad de Lanciego, municipio donde la abuela de su mujer tenía esta parcela. Color rojo granate brillante y de capa media. En nariz encontramos aromas a flores rojas y en boca es fresco.  

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