La cata: los vinos destacados de la última semana de abril

Este tinto del 2016 se hizo como homenaje por los 90 años del fundador de la bodega Luis Cañas. Es un vino bastante especial a pesar de que todavía puede considerarse un tinto relativamente joven. El vino se hizo siguiendo los gustos del patriarca y también de cómo se hacían los vinos riojanos hace muchos, muchos años. Es un coupage de tempranillo, garnacha y viura. Tiene una crianza en barrica no muy larga, de ahí que en boca siga siendo un vino muy fresco y con una buena estructura. Su color, rojo granate brillante y sus aromas son inigualables.

La Familia Pérez Villota, a muchos les sonará este último apellido port su relación con las carreras de coches, cultiva su viñedo en Laguardia (Rioja-Alavesa) desde 1930.  Aunque no puede considerarse un blanco de guarda,el paso de un par de años lo ha fortalecido y es ahora cuando este blanco está en su mejor momento para beberlo. Una vez más se cumple la máxima de que los blancos bien elaborados deben guardarse por lo menos un año antes de descorchar la botella. Muy fresco en boca a la vez que persistente. 

Un tinto ecológico elaborado al ciencuenta por ciento con dos variedades de garnachas, fina (el nombre por el que se denomina en la zona a la garnacha común) y la peluda. La bodega se encuentra en el término municipal de Gandesa en las tierras altas qwue baña el Ebro. Las uvas proceden de viñedos que se asientan en suelos arcillosos y que tienen una vida media que supera los 40 años. En boca nos vamos a encontrar con un vino bastante goloso, con unos taninos un poco dulces y con un final bastante largo. Aromas a hierbas silvestres.

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