La cata: los vinos recomendados de la última semana de febrero

Es uno de los grandes reserva riojanos que guarda una mejor relación calidad-precio. Monovarietal de tempranillo, los viñedos están situados en Cenicero a una altitud que ronda los 500 metros. El vino ha tenido una crianza que supera los 36 meses en barricas de roble francés y americano y después un tiempo de estabilización o afinamiento en botella de 24 meses. Riojanas es una de las bodegas centenarias de la D.O. que se fundó en 1890. Me gusta este tinto para acompañar platos de carne especiados, tipo callos o guisos.

Este blanco salió al mercado para conmemorar los 80 años del bodeguero, de ahí el nombre de Félix. Se encuentra dentro de los denominados por el Consejo Regulador «Gran Vino de Rueda», ya que el viñedo es prefiloxérico y, claro está, tiene más de 30 años, uno de los requisitos para estar en este epígrafe de alta calidad. El vino ha permanecido 12 meses con sus propias lías y solamente se han embotellado 2.096 botellas.   Un vino que va a seguir ganando con el tiempo. Tiene un punto mineral en boca.

SQR proviene de la palabra inglesa «square» que significa al cuadrado. David Cuéllar, más conocido como El Bodeguista es el director de un proyecto vitivinícola en la provincia de Segovia y donde sus viñedos están a 1.000 metros de altitud. En este tinto ha querido aglutinar los cuatro puntos que hacen y marcan un vino, clima, terroir, varieda y tiempo.  Desde la primera copa se nos presenta en nariz como un vino muy potente. En boca es bastante elegante, redondo, y con un final a frutos rojas y balsámicos. Marida muy bien con platos donde las carnes guisadas son protagonistas.

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