Vigu, cocina con alma mediterránea

El lema de este restaurante es «cocina con alma mediterránea», y la verdad es que alma y sentimiento Víctor no deja deponerle a su cocina, incluso cuando se arriesga con elaboraciones un tanto más atrevidas de lo que podemos encontrar en su carta habitual, como pueden ser los chopitos con huevo frito o la ensalada de burrata con rúcula, pesto de pistacho y anchoas.

La carta de Vigu sin duda nos va a hacer recordar platos de un tiempo antológico del restaurante Víctor, como el arroz de bogavante, las alcachofas con foie o el lenguado menier, una receta que Víctor ejecuta a la perfección y dentro de la más pura ortodoxia salsera. Pero si buscamos más arroces, entonces el de verduras con boletus o el arroz de gamba roja y almejas, son muy buenas opciones. Pero si hay un plato que Víctor lleva bordando desde cuando estaba en el restaurante familiar, es el guiso de almejas con alcachofas en salsa verde.

La sala es responsabilidad de Gumer, lo mismo que la bodega, que cuenta con más referencias que cuando visité Vigu por primera vez, con un añadido, a precios sensatos. El tándem que forman Gumer y Víctor es perfecto y ha hecho de esta casa un establecimiento a tener muy en cuenta si queremos saborear platos de la cocina mediterránea y malagueña de corte clásico y otras elaboraciones que en otro tiempo causaban furor en esta parte de la Costa del Sol.

Gambas cocidas

El marisco cocido, en especial las gambas de Estepona, no guardan ningún secreto para Víctor. Un producto de tamaño medio, muy fresco y con la sal justa para realzar todo el sabor que una gamba de la zona encierra en su cuerpo.

Sapito refrito

El sapito o rape pequeño es uno de los manjares más solicitados por los amantes de la buena mesa. Víctor lo prepara con un refrito de ajo y un poco de guindilla, la justa para no ensombrecer el delicado sabor de este pescado blanco.

Chopitos con huevo

Unas puntillitas en su justo tamaño y perfectamente salteadas para que no pierdan su jugosidad son la base de un huevo frito con sus puntillitas y todo. El sabor del huevo es el nexo de unión que impregna todo el conjunto.

Calamar en salsa

Lo mejor de este plato, más que la salsa, es, sin duda, el tamaño, frescura y textura de un calamar que previamente ha pasado por la plancha y después bañado en una salsa ligera donde el tomate apenas distorsiona su sabor original.