Karlos Arguiñano es un enamorado de la gastronomía malagueña, provincia a la que se escapa de vez en cuando, como en las últimas vacaciones de Semana Santa, tras las que recomendó en su programa de televisión varios restaurantes de la Costa del Sol. Pero también en su espacio ha tenido tiempo para cocinar algunos de los platos que ha probado en Málaga. Uno de los últimos ha sido el 'hormigón malagueño' tras la sugerencia de un Adolfo Rivas, un espectador que lo sigue desde Torre del Mar.
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«Es una especie de ensaladilla rusa, pero enriquecida. No es muy atractivo el nombre, pero es un pedazo de ensaladilla. Me rindo ante ella. Esta receta nunca falla», detalló el mediático cocinero en su programa 'Cocina Abierta'. Durante su elaboración Arguiñano no para de alabar esta receta malagueña: «Comiéndola os va a llamar mucho la atención. En bares suele ser una tapa, pero en la casa es una joya y no hay que gastarse mucho dinero en ella».
Para elaborar el hormigón malagueño, Arguiñano usa, además de las típicas patatas, gambones, rape, whisky y una mayonesa casera (con huevo y aceite de girasol y oliva virgen extra), además de sal y perejil. Y prefiere las patatas enteras y no macharlas.
El hormigón es una variante de la ensaladilla rusa muy arraigada entre los pescadores de la Caleta de Véle, de hecho aparece en multitud de cartas de establecimientos de la Axarquía, como en la Marisquería La Parada y el Bar Ramos. También se encuentra en restaurantes de la capital como el Mesón Ibérico.
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