Llega a Teatinos un nuevo restaurante italiano a lo grande

No fue premeditado. De hecho, apenas conocían la propuesta de la cadena de restauración aragonesa. Pero todo cambió cuando Rafael y Alberto Sánchez recibieron la llamada de La Mafia. No la de Al Capone, claro, sino la que se sienta a la mesa. La conocida firma de restaurantes de cocina italiana quería elegir a su nuevo franquiciado en Málaga, así que buscaron referencias y se pusieron en contacto con los hermanos que llevan las riendas de los restaurantes Boca Llena y Siete Cabezas. Ellos lo pensaron y fueron a la sede de la empresa en Zaragoza para conocer de primera mano su obrador central propio, desde el que se distribuye el producto a todos los establecimientos.

Hoy, Rafael y Alberto gestionan el que es el tercer local de La Mafia se Sienta a la Mesa en Málaga (ya cuenta con otros dos en las calles Compañía y Pacífico). Tras nueve meses de obras, lo inauguraban hace apenas unos días en plena avenida Louis Pasteur de Teatinos. Desde fuera engaña. Nadie espera lo que se encuentra al cruzar la puerta. Es el «efecto wow» que buscaban, advierte Rafael Sánchez.

Y es que el proyecto en el que se han embarcado es ambicioso: cerca de una veintena de empleados y un local con 420 metros cuadrados, nueve metros de altura y capacidad para unas doscientas personas. Todo se traduce en una sala interior con una barra de encimera de mármol y fondo de espejos, dos terrazas (que están por venir) y un salón privado para una veintena de personas que recrea el pequeño pueblo de Savoca, con elementos decorativos del conocido Bar Vitelli de la película 'El Padrino'.

«Málaga es una plaza importante para La Mafia por el crecimiento de la ciudad, tenían interés en seguir creciendo aquí, así que cuando descubrimos su centro logístico y su apuesta por la innovación, por la formación, por los controles de calidad, no lo dudamos y nos volcamos en ello». Rafael Sánchez se ha dejado muchas horas en este nuevo proyecto, pero ahora lo recorre orgulloso: «Sabíamos que era un proyecto ambicioso, pero a la vez muy bonito, no sólo porque partíamos de cero, sino porque nos han dado la libertad de aportar mucho de nosotros».

De hecho, han aprovechado las grandes posibilidades que les daba el local (dos unidos) para dar un nuevo aire a la marca con su propia personalidad. «El hecho de que no seamos inversores sin más y que nos dediquemos a la hostelería ha sido una ventaja en el tándem que hemos establecido con la marca a la hora de hacernos cargo de la franquicia. Han confiado mucho en nosotros», reconoce Rafael Sánchez, que, junto a su hermano, en este nuevo reto tiene también como aliado al empresario hostelero José Alberto Nieto.

Apenas diez días después del estreno, no esconde su satisfacción por la respuesta de los malagueños: «Diría que el 90% de quienes han venido hasta ahora no son clientes Mafia, sino fundamentalmente gente que nos conoce a nosotros, o que llega atraída por la novedad o el boca a boca, y eso nos motiva aún más por la oportunidad que nos da de ampliar mercado y que la marca llegue a más público».

Porque ambiente, decoración y espacio son diferentes, pero el fondo es el mismo que caracteriza a la empresa: cocina con sabor italiano y mediterráneo en la que destacan nuevas incorporaciones como la pasta mafaldi con carrillera y melosa de vacuno, vino, salsa de tomate y queso Grana Padano; las sardinas marinadas sobre focaccia pomodoro y vinagreta de frutos secos; o el risotto de gorgonzola y pera confitada. ¿Ticket medio? En torno a 20-25 euros.

La estrategia de la compañía para este 2023 es seguir creciendo en Andalucía, Madrid, la zona de Levante y norte de España, con el objetivo de terminar el año con un centenar de unidades operativas contando la suma de sus tres marcas: La Mafia se Sienta a la Mesa, Ditaly y La Boutique. Después de 23 años de trayectoria, cuenta con más de setenta sedes en España y Portugal.

• Temas
• Restaurantes
• Gastronomía
• Málaga