Ruta por los 'beach clubs' de Málaga

La playa se convierte en un refugio ideal para mitigar las altas temperaturas propias del verano gracias a la brisa marina que hace descender los termómetros. Además, es un oasis perfecto para desconectar del ajetreo diario y un especial momento para relajarse escuchando el suave susurro de las olas que rompen a orillas del mar Mediterráneo.

Los chiringuitos y 'beach clubs' aportan un toque de sofisticación y exclusividad a esta experiencia. En estos rincones privilegiados, es posible deleitarse con cócteles refrescantes, una cuidada selección de platos, muchas veces firmada por reconocidos cocineros, y música en directo, todo mientras se contemplan las aguas azules del mar.

SUR recorre los 'beach clubs' del litoral malagueño para disfrutar de una exquisita gastronomía mediterránea donde, como no puede ser de otra manera, no faltan las ensaladas de temporada, los arroces, los pescados y mariscos a la brasas y, sin olvidarnos, de esos pequeños bocados dulces para terminar la velada. Tras el festín, es el momento de refrescarse en las grandes piscinas que poseen algunos de ellos. Eso sí, con cóctel en mano y al ritmo de música chill out. ¿Nos acompañas?

El hotel Higuerón Resort cuenta con un 'beach club' ubicado en la benalmadense playa de Carvajal. Este espacio polivalente integra tres conceptos: The Japo, que ofrece una propuesta japonesa fusión con productos locales y guiños a la cocina malagueña; The Club, la zona de la piscina; y The Beach, que dispone de hamacas a pie de playa y coctelería clásica, ambos con una «cocina desenfada» diseñada por el chef Diego Gallegos. «Proponemos versiones más desenfadas de los platos y la gastronomía que tenemos en Sollo (una estrella Michelin) y Arara –la versión más informal del cocinero– adaptada a la playa, donde se pueden disfrutar de unas buenas vistas y un buen cóctel. Es una fusión de Latinoamérica con toques asiáticos», comenta Gallegos. Entre los platos destacados se encuentran clásicos como la lima kimchee con atún rojo, las patatas bravas con espuma asiática, el rodaballo al horno de carbón, el calamar a la parrilla con salsa de tinta de calamar y la pluma ibérica. «Queremos hacer algo diferente, más allá del 'pescaíto' frito, para el público nacional e internacional mientras disfrutan de las excelentes vistas al mar», remarca el cocinero.

Este es uno de los proyectos del Grupo Mosh, que también gestiona La Cabane, a los pies del hotel Los Monteros, en colaboración con el grupo del reconocido chef marbellí Dani García. Nido destaca por su diseño «inspirado en el movimiento de las olas a las que mira constantemente», apuntan. La cocina, dirigida por el chef ejecutivo Franco Franceschini, se centra en la gastronomía mediterránea y los productos kilómetro cero de la región. Entre las opciones del menú se encuentran el tartar de atún rojo con trufa y aceite de albahaca, el bogavante con vermicelli o el arroz negro con sepia y puntillitas. Además, ofrecen una selección de cócteles de autor para maridar la comida o disfrutarlos ya sea a la orilla de la piscina o refugiado, si la brisa desciende bruscamente el termómetro, en sus sugerentes nidos.

A orillas de la playa del Padrón, Beso Beach, que cumple dos veranos, se suma a los 'beach clubs' abiertos por esta firma en Ibiza, Formentera, Mallorca y Sitges. Reconocido por la emblemática 'B' sobre la arena y el lema 'NoHayVeranoSinBeso', este destino costero fusiona la cocina vasca y la mediterránea con recomendaciones como el Bloody Mary de pisco peruano con langostinos, las rabas de bogavante con huevo poché y trufa negra o la afamada langosta a la Formentera con patatas laminadas y fritas y huevos fritos con puntilla.

A pie de playa y abierto desde 2018, La Palapa Beach se suma a nuestro paseo por el litoral. Este 'beach club' permite sumergirse en 'el caribe malagueño' gracias a su vegetación. Según Lolita Faura, responsable de atención al cliente de este local en Torremolinos, «nuestra carta es una fusión de la gastronomía mediterránea con matices orientales. Este año, como novedad, hemos apostado por las brasas, asando todas las hortalizas y carnes a la parrilla». Ofrece desde un brunch, hamacas, hasta DJ y música en directo. Asimismo, destaca su coctelería de autor: «Nuestra coctelera recorre las mejores coctelerías nacionales para desarrollar su creatividad. Tenemos 12 cócteles clásicos versionados a nuestra manera junto con cócteles de autor, cítricos, dulces, y, en verano, apostamos por una coctelería más fresca», explica Faura. Asimismo, La Palapa Beach cuenta con dos córners, uno dedicado al jamón ibérico de bellota y otro a diferentes tipos de quesos. «Nos consideramos vendedores de experiencia. Nuestra idea es convertir La Palapa en un pequeño paraíso donde la gente pueda disfrutar desde la mañana y quedarse todo el día», añade. El grupo posee otro local, Bahía Beach, en el Paseo Marítimo de Poniente de Torre del Mar.

Ubicado en la playa Real de Zaragoza, La Plage Casanis deleita al comensal con una gastronomía mediterránea con influencias europeas y latinas, reflejando los orígenes de su chef ejecutivo, Fabián Cangas. «Nuestra parrilla es el corazón de la cocina, donde preparamos carnes, pescados y mariscos, combinando sabores mediterráneos con toque franceses y argentinos», explica. Además, el menú incluye una variedad de arroces, ya que «la gente viene a la playa a comer paellas, pescados y mariscos. Por eso, ofrecemos diferentes tipos de arroces y pescados frescos que compramos diariamente en el mercado de Marbella», añade. Entre los imprescindibles, se encuentra la lubina ho-cho-min, marinada en diferentes salsas asiáticas, frita y presentada sobre su propia espina acompañada de una mayonesa de yuzu, un tipo de cítrico japonés. Para el postre, no puede perderse la tarta de zanahoria.

Con un diseño «bohemio y orgánico», tal y como ellos lo definen, Nosso presenta una gastronomía con rasgos asiáticos, mediterráneos y nikkei. Bajo la dirección de la cocinera Gema González, a lo largo del menú se pueden encontrar ceviches, tartares o tiraditos. Se suma una cuidada selección de makis, nigiris y sashimis elaborados por el itamae Carlos Navarro. Mención especial al apartado dedicado al wagyu japonés, una de las carnes más codiciadas en el mundo. No obstante, la oferta culinaria incluye clásicos como el gazpacho, la ensaladilla rusa o diferentes tostas.

A los pies del hotel El Fuerte, en el corazón de Marbella, Soleo propone «una cocina mediterránea basada en el cocina de producto donde el comensal puede encontrar la diferencia en que no solo se trabaja pescados y mariscos, también damos mucha importancia a las carnes», comenta Ladislao Comis, chef ejecutivo de Fuerte Group. El diseño del espacio, a cargo de la interiorista Isabel López Vilalta, creadora del diseño de El Celler de Can Roca, complementa la atmósfera marinera del chiringuito. Un imprescindible es su arroz de rodaballo y erizo de mar. «Es un plato que lleva desde que empezamos, un arroz gastronómico, elaborado con el 'carnaroli español' de Molino Roca, que se mantiene año tras año porque fideliza al cliente», explica Comis. La coctelería está firmada por el mixólogo Cristian Pineda, mientras que la selección de vinos ha sido diseñada por la sumiller Meritxell Falgueras. A escasos metros se encuentra Amàre Beach, del mismo grupo, que ofrece una propuesta «más lifestyle con música ambiente, embutidos, selección de sushis y vinos espumosos», añade. Además, el chef Mauricio Giovanini (Messina, una estrella Michelin) firma la propuesta nocturna bajo el nombre de Hayaca en una fusión de las diferentes culturas culinarias latinoamericanas.

Ya suma tres veranos en la costa malagueña. Zorrocallao, el nombre de este chiringuito, proviene de la creencia de que los conceptos gastronómicos deben ser pensados en voz baja para que sean realmente innovadores. Ubicado en la Axarquía malagueña, a los pies del Hotel FAY, este espacio se ha convertido en un referente en Rincón de la Victoria. «Queríamos hacer algo diferente, un chiringuito con comodidades y servicio en playa durante todo el día, y apostamos por ello», comenta Germán Bautista, director corporativo del Grupo Guajes. Tartar de salchichón de Málaga, nachos con burrata y ensaladilla rusa, son algunos de los platos para empezar la comida. Aunque su especialidad son los arroces, elaborados al momento, con el arroz valenciano de Molino Roca. Zorrocallao es «un espacio que se sale de lo común, veinte sombrillas, cuatro camas, un entorno aislado, un oasis en Rincón de la Victoria con entrantes divertidos y arroces de calidad», añade.

Berebere Oasis de Mar se encuentra en pleno paseo marítimo de Torre del Mar. Su propuesta gastronómica versa sobre una «cocina desenfadada y fresca en la que priman la calidad y el buen servicio». En su amplia carta, centrándose en productos del mar y la montaña, destacan las elaboraciones con atún rojo, como por ejemplo el mollete de Obrador Máximo, elaborado en Benaoján, que sirven con atún y papada, los arroces y las carnes maduradas. Bajo el concepto de abacería, ofrecen una variada selección de aperitivos que incluyen mojama de atún, quesos, anchoas en salazón, gildas e incluso ostras y caviar. La coctelería está servida en una vajilla diseñada por el diseñador José Piñero, complementando una de las especialidades de la casa en un ambiente muy mediterráneo.

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