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¿Le gustaría a Al Capone el casco histórico de Ronda? ¿Se quedaría Vito Corleone impresionado con la plaza de toros de La Real Maestranza de Caballería? ¿Se haría Travis Bickle ('Taxi Driver') un selfi en el Puente Nuevo? Lo que sí sabemos es que a Robert de Niro, ganador de dos Premios Óscar y una de las mayores estrellas de Hollywood, se ha quedado encantado con su escapada a Ronda. El actor estadounidense pasa unos días en la Costa del Sol junto a su familia y, como buen apasionado de la gastronomía, no perdió la ocasión de comer en uno de los mejores restaurantes de España, el dos estrellas Michelín Bardal, que lidera Benito Gómez. Aunque estas visitas suelen hacerse con cierta confidencialidad, alguna imagen ha revelado la presencia de De Niro en la provincia malagueña, como la que publicó la alcaldesa de Ronda, Mari Paz Fernández, en Instagram.
De Niro pasó el fin de semana en Ronda para visitar los principales monumentos de la ciudad pero también para almorzar el sábado en Bardal. La reserva en el conocido restaurante llevaba cerrada varias semanas, pero no fue hasta el día anterior cuando el chef Benito Gómez supo que iba a dar de comer al actor de 'El Padrino' o 'Toro Salvaje'. «Un día antes me enteré de que venía a comer al restaurante y la verdad que ha sido todo un honor, estamos muy contentos de que haya disfrutado la experiencia», relata el chef. De Niro se mostró sencillo, muy educado y cercano, no quiso un reservado ni nada especial en el restaurante. «Me pareció un hombre muy normal, elegante, muy interesado por la cocina pero sin excentricidades», comenta el cocinero a este periódico.
Pero, ¿qué comió el actor, acostumbrado a ir a los mejores restaurantes del mundo? Pues lo mismo que el resto de comensales que ese día optaron por el menú corto que ofrece Bardal. Un menú de 180 euros que, como se refleja en la web del restaurante, está formado por Consomé de verduras crudas con y flor de saúco, clamato de tomates asados; tarta de champiñón, ensalada de atún, picaña a la pimienta verde; calamares encebollados y queso Payoyo; piel de pollo y gamba, cogollo a la brasa con emulsión de vaca; almendra, ajo y caviar; quisquillas y pimientos verdes, navajas, maíz y vainilla, gazpachuelo de judías, calabacín y anguila, colágeno de setas, romerete y azafrán, brocheta de conejo a la cazadora con trufa y blanqueta de paletilla de conejo. Para los postres, mango y coco, boniato y naranja y petits-fours.
«Venía con hambre, así que le pusimos también un molletito de Máximo y algunas croquetas de Tragatá, se fue encantado. Pude hablar un poco con él, le gustó mucho la cocina y conocía nuestro trabajo», dice Gómez. Se fue tan encantado que De Niro se quiso llevar varias bolsas de molletes de Máximo, la panadería de Benaoján que está conquistando el mercado nacional.
De Niro, de 80 años, es un apasionado de la cocina y en varias ocasiones ha alabado en público el nivel de la gastronomía española. En 2022 protagonizó la campaña de Madrid Fusión 'Invaluable Food', en la que degustaba un menú impagable a cargo de cinco chefs (Mauro Colagreco, Joan Roca, Quique Dacosta, José Andrés y Martín Berasategui). En varias ocasiones ha admitido que le encanta España y en Málaga ya estuvo en 2018 inaugurando un restaurante en Marbella. Sin olvidar que fue una de las grandes sorpresas del Festival de Málaga en 2003, cuando paseó por su alfombra roja ya que estaba en la provincia rodando 'El puente de San Luis Rey'.
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