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Dirección Diseminado, 2. Algatocín.
Teléfono 952 117 067.
Cierre Martes.
Calificación Cocina: 7,5. Sala: 7. Carta de vinos: 7. Calificación: 7,5 / 10
En los últimos años vengo observando que la mayoría de los clientes de los restaurantes vuelven a optar por una cocina más de corte tradicional, reactualizada a las formas y gustos actuales, frente a esa cocina llamada de vanguardia, donde el cromatismo o la mezcla ... de productos foráneos son su base. Todo esto se traduce en el auge de la cocina de producto, bien sean carnes o pescados y mariscos, pero donde el tratamiento en los fuegos sea el justo y correcto para realzar el sabor de cada ingrediente. No hay que dejarse llevar por esos cantos de sirena de un reducido grupo de críticos o influencers gastronómicos que solamente ensalzan a cocineros y cocinas que el comensal, al final léase 'cliente del restaurante', apenas entiende y comprende. En Málaga tenemos un grupo de cocineros creativos que han demostrado su valía y posicionado la cocina malagueña en el cuadro de honor de la gastronomía. Pero también, y cada vez más, tenemos jóvenes y no tan jóvenes chefs capaces de elaborar una cocina de producto de alta calidad y muy asequible al paladar de la mayoría.
Un ejemplo lo tenemos en plena Serranía de Ronda, en Algatocín, concretamente en la carretera que une esta localidad con Cortes de la Frontera. La familia Ramírez, Juan (padre e hijo) y María Ángeles llevan años metidos en los fogones y comedor de esta antigua venta, a día de hoy reconvertida gracias al empeño de su hijo Juan, en el que puede calificarse como el Asador de la Serranía de Ronda. Valdivia es un claro ejemplo de lo que puede hacerse a la hora de reactualizar la cocina popular malagueña de interior, sin olvidarse de esos platos que se han guisado siempre y en el sabor primario del producto.
Lo que fue un molino harinero es hoy uno de los restaurantes más reconocidos de toda la comarca. Aquí hay pocos secretos, unos precios sensatos, muchas ganas de agradar al cliente, una selección de vinos hecha para complacer a todo tipo de clientes y, lo más importante, unas carnes de mucha altura y un conocimiento de cómo es y cómo debe ser la cocina tradiiconal.
Merece la pena hacer un pequeño viaje por esta sierra y llegar a Valdivia. Aquí no solamente nos vamos a reencontrar con algunos guisos que ya creíamos perdidos, también con algunos platos que nos van a sorprender.
Las chuletitas al ajillo tienen pocos secretos culinarios. Poco hechas, para que estén jugosas y sin que el ajo llegue a quemarse en el aceite. Buena combinación de sabores los que se fusionan en este plato.
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