Pese a su juventud, los hermanos Robles han hecho la mili en buenos restaurantes de pescado, pero lo han dejado todo para cumplir un sueño de la mano de otro profesional joven y enamorado del oficio, el cocinero Juan José Aranda (en el centro), tercer pilar de la Taberna Alaska. D. Maldonado

Taberna Alaska, marisqueros de estirpe

David y Adrián Robles recuperan la clásica taberna marinera malagueña de la mano del cocinero Juan José Aranda

Sábado, 19 de enero 2019, 17:22

¿Cómo se puede ofrecer buen marisco a precios nada caros? Para empezar, conociéndolo, buscándolo y ajustando la oferta, o buena parte de ella, a lo que mande la mar. Adrián y David Robles, hijos de Paco Robles (Noray), nietos de Miguel Robles ( ... marisquero de la recordada Alaska) y bisnietos de uno de los últimos cenacheros malagueños, se han criado entre cajas de pescado y yendo a las subastas de las lonjas con su padre, y, después de trabajar en casas como El Pórtico de Velázquez, Los Mellizos o El Pimpi, donde conocieron a su hoy socio y jefe de cocina Juan José Aranda, decidieron cumplir su sueño y rendir homenaje al abuelo Miguel abriendo una taberna con el espíritu de las que antaño frecuentaba la gente de toda condición en Málaga.

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Los tres son jóvenes. Adrián tiene 25 años; David, 26 y Juan José, 27, pero en el caso de los hermanos Robles aseguran que están cumpliendo «un sueño de infancia», y que nada les hace más ilusión que el hecho de que su abuelo lo haya podido disfrutar tomándose algo en la barra, porque «la Taberna Alaska es un homenaje a él», dice Adrián. Eso sí, para poder ofrecer precios contenidos se han ubicado en la barriada Bonaire, en un pequeño local donde manda la barra y caben siete mesas altas, aunque la terraza amplíe la capacidad en los días buenos, y la magnífica relación calidad-precio hace que desde que abrieron el 7 de diciembre los llenos sean diarios.

Taberna Alaska

  • Dirección y teléfono: C/ Antilla, 5, Bda. Bonaire; 665157210

  • Cierra: Domingos noche y lunes

«Mi hermano y yo vamos a comprar todas las mañanas. Nos batimos las lonjas y los mercados, y lo que veamos que está bien, nos lo llevamos. Así completamos la oferta básica de la carta con sugerencias diarias, en las que hay de todo, desde gambitas cristal fritas hasta, por supuesto, invasores, castañetas (galeras), camarones... Todo ese marisqueo que ha dado personalidad a las tabernas malagueñas, pero también, si entra y podemos comprarla, gamba roja o salmonetes».

La carta habitual se compone básicamente de marisco, 'concheo' (marisco de concha), pescado frito, algunas propuestas para la plancha, como las brochetas de langostinos o las de vieiras y langostinos, y una serie de entrantes entre los que destacan los cogollos Alaska, una especialidad del chef que combina cogollos de lechuga con gambas al pil-pil. Ninguna ración llega a los 10 euros (las cigalas cocidas cuestan 8 €) y si lo que se quiere es tomar un vino o una cerveza, la tapa la ponen ellos. Otra tradición que están empeñados en recuperar. Eso sí, en la Taberna Alaska no se puede reservar mesa, y hay que tener en cuenta que determinadas variedades de marisquillo dependen de la temporada (ahora por ejemplo está entrando castañeta). Pero el concepto es ya una declaración de principios y oficio.

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