Nueve restaurantes japoneses para todos los gustos en Málaga

Ta-Kumi, palabra japonesa que significa artesano, es uno de los restaurantes que más miman y cuidan el producto en la provincia. De corte tradicional, Álvaro Arbeloa y Toshio Tsutsui abrieron su primer restaurante en el año 2004 en Marbella, y desde 2017 cuentan con un segundo establecimiento en el Centro de Málaga.

El objetivo del restaurante es trasladar al comensal la esencia de la cocina japonesa y para ello se surten a diario de productos de mercado de máxima calidad y frescura. Ofrecen una carta sencilla porque su máxima es la pureza. Sobre todo destacan los sashimi y los nigiris, aunque también ofrecen ramen, tempuras y gyozas. El ticket medio ronda los 60-70 euros.

Asako (resultado de jugar con las letras de la ciudad japonesa Osaka) tiene gran parte de culpa de que los malagueños se hayan hecho fanáticos de la cocina japonesa. Abierto desde el año 2007, fueron los primeros en jugar con el sushi y ofrecer este icónico plato en la capital. «Cuando abrimos, el malagueño era reticente a tomar sushi porque llevaba comida cruda, y por eso decidimos fusionarlo con sabores mediterráneos», explica Jesús Sánchez, impulsor de este primer negocio.

16 años después la fusión se combina a la perfección con la pureza hasta el punto de que los malagueños han hecho propios los platos de este restaurante. Entre sus especialidades destacan el Asako Roll (elaborado con ventresca de atún, foie flambeado y reducción de PX) y el Brown Sugar (con salmón, mango, aguacate y azúcar morena). En la actualidad también ofrecen una parte de tapeo fusión. El ticket medio oscila entre los 35 y los 40 euros.

Moisés Bautista y Joaquín Díaz ofrecen lo mejor de la cocina japonesa en Torremolinos desde el año 2004. Tras el cierre de la afamada Sala Tokio, ambos montaron un establecimiento que cuenta con una legión de clientes, inicialmente en Pueblo Blanco y ahora en la calle Skal. Nozomi, que significa esperanza en japonés, ofrece una cocina tradicional elaborada con mimo y pasión en un local que invita a relajarse.

En Nozomi elaboran todos los platos a la forma tradicional y realizan con extrema delicadeza el corte del pescado. Entre sus especialidades destacan las diferentes bandejas de sushi, el tartar de atún rojo picante o jurel y las gyozas, que las preparan caseras. El ticket medio oscila entre los 20 y los 25 euros.

Su nombre, Yūgō, que significa fusión, es toda una declaración de intenciones. Aunque abrió en diciembre de 2022, el restaurante ubicado en la Carretera de Cádiz ya se ha hecho un nombre propio en la ciudad. Dirigido por los empresarios malagueños Juan Miguel y Pablo Vílchez, y los chefs Dairon Alexander y Rui Junior, combina a la perfección la tradición japonesa y la mediterránea.

El restaurante cuenta con tres zonas diferenciadas para ofrecer una experiencia singular al cliente: una amplia terraza, el salón y la barra, que es donde mejor se puede disfrutar de la conexión con el 'sushiman' y su cocina. De su carta sobresalen el tiradito de atún y ventresca, el solomillo con foie al teriyaki o el niguiri de anguila casera, que ellos reciben viva en el restaurante. El ticket medio se sitúa entre los 25 y los 30 euros.

Dajidali se ha colado por méritos propios en el top de los restaurantes más destacados de Marbella gracias a su apuesta por la cocina de mercado y sus platos elaborados con técnicas y cortes tradicionales nipones. Al frente del establecimiento se sitúa Ziwei Wu, quien fuera uno de los responsables de la elaboración del sushi del conocido Nobu de Puente Romano.

De su carta destacan el uramaki de atún picante con cebollinos crujientes y sésamo, el tartar de atún con huevo de codorniz y cebollino y el sukiyaki de wagyu. El ticket medio ronda los 50 euros.

El restaurante Misuto se ha convertido en todo un referente del buen comer en la zona Este. Abierto en el año 2014 en Pedregalejo, ha mantenido una evolución constante y ya hoy es uno de los restaurantes más reconocidos de toda la ciudad. Ellos ofrecen productos tradicionales, aunque armónicamente combinados con una llamativa y original cocina fusión.

De la parte puramente japonesa destaca el tiradito de pez de limón con salsa ponzu, cremoso de aguacate y trufa y el tartar de ventresca. De la fusión sobresale el taco de costilla de cerdo ibérica con mahonesa de kimchi y salsa romescu y el brioche de tartar de atún acevichado. El ticket medio oscila entre los 50 y los 55 euros.

Nakara Sushi & Bar abrió en mayo de 2021, en mitad de la pandemia, y ha experimentado un crecimiento sin precedentes por toda la provincia. Comenzó en un local en Cártama Estación y acaba de abrir un nuevo espacio en el interior del mercado de El Palo, un puesto más callejero e informal. Pero no se quedan ahí, ya que esta misma semana prevén inaugurar su tercer establecimiento en San Pedro Alcántara.

Sus propietarios aseguran que la clave del éxito es utilizar productos frescos diarios y tener una amplia oferta fuera de carta que varía en función de lo que ofrece el mercado. Entre sus platos destacan el volcán de gamba en tempura, el pepito japonés (pan bao de masa madre con ventresca de atún a la plancha, pimiento verde frito y huevo de codorniz), o los niguiri de viera picante y de foie con chutney de mango. El ticket medio oscila entre los 35-40 euros.

Sushi Panda es una de las opciones más económicas para comer sushi en Málaga. Aunque en el restaurante se pueden degustar hasta 145 platos de corte asiático diferentes, la cocina japonesa, y fundamentalmente el sushi, es la estrella. Abierto en marzo de 2022, presume de ofrecer una propuesta muy asequible con productos de calidad.

Fundado por el cocinero chino Xiaolei Zhang, la cadena nacida en Cádiz se está extendiendo rápidamente por todo el país con el modelo de franquicia. En sus platos cuentan con atún rojo de almadraba y salmón noruego de máxima calidad. El ticket medio oscila entre los 22 y los 26 euros, aunque los martes ofrecen bufet libre a la carta por 16,50 euros.

Izakaya es la típica taberna japonesa donde asiáticos se reúnen para tomar algo después del trabajo. Y eso es lo que los malagueños pueden encontrar en Estepona. Izakaya 81 no es un restaurante de cocina japonesa al uso, ya que en su carta no predominan las piezas de sushi sino platos de la cocina más popular nipona, esa que se sirve en los bares y en las casas particulares.

Al frente de esta taberna se encuentra Constantin Lagemann, que ofrece carta es sencilla con platos pensados para compartir. Entre los más destacados se encuentran las berenjenas salteadas en salsa de miso y semillas de sésamos tostadas, las costillas de cerdo glaseadas con barbacoa asiática o la sopa Laksa (sopa de coco, curry amarillo, noodles, huevo, pollo y langostinos).