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Pez Lola, el hermano pequeño de la cadena de restauración Casa Lola, se ha estrenado en Marbella en formato chiringuito. El nuevo restaurante ha abierto en la urbanización Costabella, junto a la zona de Las Chapas, y ha permitido la contratación de 13 personas.
El establecimiento hostelero mantiene la misma estética del original que hay en el Centro de Málaga, con una decoración muy llamativa, aunque con menos tapas y más paellas, ensaladas y frituras. Cuenta con 150 metros cuadrados en primera línea de playa y capacidad para 35 mesas. Tiene, además, la concesión de hasta 50 hamacas, que colocarán cuando se acerque más el verano.
El empresario Juan Manuel Burón, uno de los socios del grupo, explica que inicialmente estaban buscando local para abrir en el centro de Marbella, pero apareció esta oportunidad y no la quisieron dejar pasar. Pez Lola ha abierto donde históricamente se encontraba El Rinconcito, entre el restaurante Luuma Beach y el restaurante Da Sergio.
Al frente de la cocina del local se encuentra la chef ejecutiva del grupo, Carmen Esteban, que seguirá en Marbella hasta que logre formar un equipo propio. Entre los platos estrella del establecimiento destacan el arroz señorito (18 euros por persona) y las frituras, entre ellas los calamares (16 euros) o los boquerones (13 euros). En el nuevo local también tiene un peso muy importante la bodega, con hasta 38 vinos diferentes, muchos de ellos con posibilidad de tomarlos por copas.
Pez Lola abrió en junio de 2021 en la céntrica calle Granada de la capital. Como ya contaban con varios locales de Casa Lola alrededor, los empresarios decidieron innovar y crear un concepto diferente más centrado en el mar. En Marbella, el grupo cuenta con dos restaurantes bajo el nombre de Casa Blanca (en la calle Miguel Cano y en Puerto Banús). En la actualidad continúan buscando otro local por el centro de la localidad para abrir su segundo Pez Lola.
Casa Lola nació en agosto de 2010 en la capital y ya cuenta con ocho establecimientos y más de 240 empleados. Cuestionados por el secreto de su éxito, Burón considera que la clave es ofrecer un buen producto a un precio económico. Ellos fueron pioneros en eso de no cerrar nunca la cocina y presumen de ofrecer precios competitivos y sólo productos nacionales de altísima calidad.
El grupo de restauración malagueño se ha topado con un obstáculo inesperado en su actual proceso de crecimiento: la burocracia. En marzo del año pasado alquilaron un local en la plaza del Siglo, en la capital, con la idea de abrir un nuevo Casa Lola, pero un año después sólo han logrado colocar el cartel de próxima apertura.
El empresario Juan Manuel Burón, uno de los socios del grupo, explica que aún no cuentan ni con el permiso de obra, ya que en su proyecto han planteado eliminar una entreplanta interior de hierro que no han autorizado los técnicos municipales. Explica que tras muchos meses de papeleo, el Ayuntamiento ha derivado el caso a Cultura, que deberá decidir si se puede eliminar o no dicha estructura. «Y eso que no estaba en el proyecto original del edificio», lamenta.
Con este nuevo proyecto pretenden contar los orígenes de la gastronomía andaluza a través de los platos más típicos de la región. Tendrá una carta diferente al del resto de Casa Lola y un ticket medio porque «no queremos que nadie se aburra de nosotros». Si es que ellos no se aburren antes de esperar.
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