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Abrió sus puertas en julio sin querer hacer mucho ruido para ir adaptándose a Málaga, pero el 'boca a boca' ha propiciado que el segundo de los establecimientos de Grillaera Burger ya triunfe en una zona con tanta competencia como Teatinos.
Grillaera es una locura de hamburguesería, con un concepto innovador y extravagante que nació en Algeciras y que, desde este verano, tiene continuidad en la capital de la Costa del Sol. Sin renunciar a la calidad de lo que sale de la cocina, los hermanos Dani y Justo Navarro y Sergio Díaz decidieron embarcarse en 2018 en una original apuesta que le da una vuelta más a la tradicional hamburguesería americana.
De hecho, el nombre de esta cadena, que, de momento, sólo tiene dos eslabones, es toda una declaración de principios. El término 'grillaera', que se entiende muy bien en casi toda Andalucía como un toque de locura, juega también con la palabra 'grill' e incluso, como apunta Sergio Díaz, socio fundador y responsable de marketing de la firma, «con la era del grill».
«Desde que pensamos en este proyecto, queríamos mezclar nuestros aprendizajes en el sector de la hostelería con la experiencia de marca de los clientes de restaurantes», señala Díaz. Así, a los tres socios se les ocurrió inspirarse en una divertida y peculiar campaña que la marca de licores 'Jägermeister' hacía en discotecas y bares de copas hace unos años. «Quisimos aplicar esa locura a nuestro proyecto y salió Grillaera», explica el responsable de marketing de la firma algecireña.
La originalidad de Grillaera Burger radica especialmente en el servicio. Los camareros van disfrazados de distintos personajes, saltan, bailan, cantan y dan un auténtico espectáculo desde que se entra hasta que se sale. El sentido del humor de los clientes es primordial para disfrutar de un almuerzo o una cena en este establecimiento, situado en la calle Kandinsky, justo detrás de la Ciudad de la Justicia. «Aconsejo no decirles a los camareros el número cinco, porque te hacen la rima fácil rápidamente», dice Sergio Díaz. Las bromas forman parte del espectáculo de La Grillaera, al igual que la música, los brincos e incluso la forma de servir.
«En Grillaera Burger ya no hacemos entrevistas de trabajo sino castings, porque queremos camareros que sean diferentes, tengan buen humor y, por supuesto, un toque de locura», añade el responsable de marketing. De hecho, como anécdota, han llegado a contratar a personas con poca experiencia en la hostelería, pero que sabían bailar 'break dance'. En este sentido, la plantilla, a la que aseguran que miman mucho, es una de las claves del éxito, por su implicación en este atípico concepto de comida y espectáculo.
En principio, el público objetivo de este establecimiento desde sus inicios en Algeciras estaba pensado para jóvenes de entre 20 y 30 años, pero la realidad ha sido muy distinta. «Vienen sobre todo padres con sus hijos, que se lo pasan genial aquí, salvo alguno que se asusta con las máscaras», comenta Díaz. «Para ellos esto es como un pequeño Disney», añade.
A Grillaera hay que acudir con muchas ganas de divertirse, pero también con los cinco sentidos bien atentos. El olfato y el gusto se cuidan especialmente con una gran variedad de hamburguesas (más de veinte), en las que se apuesta por materia prima de calidad. Tienen incluso muchos productos, verduras y frutas sobre todo, que son de kilómetro cero, tanto en Málaga como en Algeciras. En este sentido, entre sus principios, reconocen que «las reglas están para saltárselas», pero tienen en el sabor de sus hamburguesas «lo único innegociable».
Los nombres de las hamburguesas también tienen su punto de locura. Muchas de ellas aluden a personajes famosos que tienen o reconocen algún problema psicológico: Angelina J., Dennis R., Paris H., David B., Nicolas C. u Ozzy O. son algunos de los ejemplos, donde sólo se ponen las iniciales de los apellidos, para que el comensal tire de intuición y para evitar problemas relacionados con los derechos de imagen. A esos nombres hay que añadir un homenaje a Chiquito de la Calzada, 'Gromenauer', que da nombre tanto a una hamburguesa como a una salsa de elaboración propia de esta cadena.
Panes de colores e incluso con toques tan divertidos como la Junior, pensada para niños, son algunas de las extravagancias que esperan en cada uno de sus platos. La mayoría de las hamburguesas son de carne picada de vacuno mayor, aunque también hay otras opciones carnívoras (de pollo y de cerdo) e incluso una alternativa vegana.
Además, en la carta se pueden elegir otras viandas: costillar, entraña o brochetas de pollo empanado. Y entre los entrantes hay una gran variedad entre los que se podrían estilar en cualquier hamburguesería, eso sí, con el punto de dislate que le ponen en La Grillaera: Nachos, aros de cebolla, jalapeños fritos rellenos de queso 'cheddar' y 'fingers' de pollo. A ello hay que unir ensaladas, patatas fritas con salsa ranchera y postres muy originales. Para beber, hay desde cócteles a cervezas (Victoria), refrescos o agua.
Cuando empezaron en Algeciras en septiembre de 2018, lo hicieron de forma muy meditada e introduciendo las bromas y el espectáculo de forma gradual y paulatina, con pocas estridencias. Era un concepto nuevo en una ciudad no muy grande, donde el concepto actual de La Grillaera podría crear incluso cierto rechazo inicial, pero, poco a poco, la experiencia de marca ha hecho posible que este dislate de hamburguesería triunfara allí entonces y ahora en Málaga.
La empresa se decantó por continuar su expansión con Málaga, por sus características y por su población, aunque también pensaron en Sevilla. El resultado de su apuesta hoy, sin apenas inversión publicitaria, es muy satisfactoria. En pleno ecuador de septiembre, ya tienen reservadas muchas de sus mesas para la noche de Halloween, sin que aún hayan anunciado oficialmente el espectáculo que van a hacer, qué logicamente estará ambientado en una velada terrorífica y, al mismo tiempo, divertida.
«Hay clientes que han venido en este tiempo hasta siete veces», comenta Sergio Díaz, quien no descarta que en Málaga abran a medio o largo plazo otro establecimiento. En este sentido, les vendría bien uno con más espacio que el actual para dar cabida a todas las locuras y espectáculos que se les ocurran. También está en mente de los socios fundadores crecer en otras provincias andaluzas, donde creen que el concepto de Grillaera Burger será también aceptado. Eso sí, descartan expandirse con franquicias, porque no quieren perder el control sobre esa filosofía tan especial de sus hamburgueserías. «Necesitamos un equipo de personas de confianza para hacer crecer el proyecto», alude el responsable de marketing de la firma algecireña.
Otra de las peculiaridades de Grillaera Burger está precisamente en la reserva de las mesas. Se hace única y exclusivamente por su página web, en la que los comensales pueden elegir tanto almuerzo como cena y dos franjas horarias en cada una de ellos. En su página, el usuario también podrá tomar nota de la enajenación que tienen en este establecimiento a través de fotografías y vídeos, pero también si elige usar como idioma el 'grillao' como alternativa al español. El establecimiento, que en Málaga tiene su sede en el número 10 de la calle Kandinsky, abre todos los días de 13.00 a 16.30 y de 20.00 a 0.00 horas.
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Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras y Jon Garay
Óscar Beltrán de Otálora / Gonzalo de las Heras (graphics)
Encarni Hinojosa | Málaga
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