Fomo: la nueva taberna donde se 'shipea' entre gildas y vinos de Málaga

Y es que en Fomo Bar no sólo se podrá disfrutar de una comida con etiqueta 'hecho en Málaga', sino que se preocupan por el cliente de la ciudad desde el primer momento y la experiencia va mucho más allá de un bocado o trago exquisito. Nada más entrar, las palabras 'Cultura', 'Gastronomía' o 'Amigos' ubicadas en una pared de corcho indicarán que algo más está pasando en esta taberna, que cuenta con la delicadeza y el diseño de vanguardia del estudio malagueño de Lago Interioriza. «Queremos que el cliente entienda que al llegar aquí van a disfrutar tanto que no van a necesitar saber nada del exterior y van a desconectar de sus móviles, que es un poco lo que engloba el significado de Fomo. Pero tenemos otra parte en la que van a estar conectados con todo o que pase en Málaga, ya que pediremos a la gente que nos cuenten los proyectos que van a llevar a cabo en la ciudad para que nosotros los anunciemos en esas paredes», indica Álvarez, que estará como jefe de cocina en su nuevo local.

El juego del diseño del nombre de la taberna y las palabras escondidas entre los diferentes espacios del establecimiento es el mítico Scrabble, que ofrece un extra de diversión para los clientes. Palabras como 'Shipeo', 'Salseo', 'Troll', 'Random' o 'Lol' serán las protagonistas de las conversaciones de los clientes que, sin duda, se sorprenderán con los detalles pensados para Fomo. «Está todo ideado para la interacción del cliente... Tenemos tatuajes con símbolos de la generación 'millennial', sopas de letras, papel personalizado, pomperos y muchas señales que recordarán a la infancia y trasladarán a otra época», matiza Ricardo Álvarez. Hasta habrá posibilidad de 'shipear' (buscar la afinidad entre dos personas): «Las servilletas llevan números y algunas frases como 'Te han enviado un zumbido', típica de la época Messenger, para ligar con alguien del bar. Queremos que la gente lo pase bien», explica.

Ampliar

De la mano de la interacción de los clientes estará el gusto para el paladar con productos de la tierra. Desde gildas, tapas, medias y raciones hasta una cuidada carta de quesos y vinos -todos de Málaga-, completarán la experiencia en Fomo, que también servirá copas y una tarta de queso especial para la carta. Aunque nada de café, para eso los clientes pueden dar un saltito -literal- a La Cheesequería, que está justo a un segundo de Fomo. «Aquí se puede venir y comer por unos 15 o 20 euros, ya depende de lo que quiera el cliente. Le damos total importancia a las chacinas y embutidos de Málaga, al queso y al vino de la tierra; además de una gran cantidad de gildas que queremos ir probando según el reclamo», detalla el propietario, Álvarez.

El diseño de Lago Interioriza, los recuerdos de toda una generación, la gastronomía malagueña y el objetivo claro de tener un espacio hecho y pensado a medida para los que son de la tierra. Una docena de personas trabajando en 120 metros cuadrados y dispuestas a transmitir el buen rollo porque en Fomo no quieren que nadie 'tenga miedo a estar perdiéndose algo', allí quieren que pase todo. De lunes a domingo y desde las 12 de la mañana comida 'non stop' y un servicio que pretende ir más allá de la hostelería, quieren que visitar Fomo sea toda una experiencia y un refugio para los malagueños.