Diego Gallegos: «Hasta con premios, ser sostenibles es un camino largo»

-No, porque es un premio muy importante. Nos presentamos porque Miguel, un chaval del equipo, vio la convocatoria y pensamos que no teníamos nada que perder. Pero esto me ayuda a ver que llevamos mucho hecho, un gran esfuerzo de inversión propia, mía y del hotel Higuerón.

-Ahora estrenan instalaciones de acuaponía.

-Sí, justo íbamos a hacer la inauguración cuando nos confinaron. ¡Menuda movida! Teníamos peces para cubrir toda la temporada y turimos para llevarlos al Aula del Mar y a otros centros de apoyo, porque no solo no se iban a gastar, sino que se podían morir. Por suerte los pudimos salvar.

-Uno de los objetivos del cultivo de hortalizas combinado con la cría de peces es ser autosuficientes. ¿En qué medida lo son?

-Ahora mismo nos autoabastecemos nosotros al 90%. Mi cuenta de Makro es ridícula (risas). Compro harina, mantequilla, cosas así. Y cada dos días mato un pescado que se aprovecha de forma integral.

-¿Cree que el premio le traerá apoyos?

-Bueno, no estaría mal que cayera algún patrocinador, alguien que nos apoye, porque hasta con premios, intentar ser sostenibles es un camino largo, pero, igual que hasta ahora, seguiremos adelante. No hay vuelta atrás en esto.

-Muchos restaurantes gastronómicos lo están pasando muy mal. ¿Cómo van las cosas en Sollo?

-No nos podemos quejar, para empezar, porque tenemos más que el 70% de la población: trabajo y salud. Y bromas aparte, lo primero es que Sollo tenía las cuentas saneadas, y lo segundo, que hay menos movimiento, pero a cambio podemos dar a los clientes una mejor experiencia. Como dice mi compañero Marcos Granda, de Skina, ahora hay que mantener la calidad; ya volveremos a pensar en ganar dinero.