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Frescura y calidad, y un buen trato en el fuego realzan el sabor de pescados y mariscos en cada plato
La Reserva de Antonio se ... ha convertido con los años en el restaurante de cocina marinera de referencia en La Carihuela. Atrás quedó la década de los noventa cuando en esta zona existían restaurantes míticos como El Roqueo o Casa Guaquín, incluso el Restaurante Antonio que ocupaba el mismo espacio que el que acapara mi atención. Este barrio de antiguos pescadores ha pasado por muchos avatares culinarios, incluidos los espetos a pie de playa y la fritura de 'pescadito' como reclamo turístico. Hoy, La Carihuela vuelve a ser ese punto de encuentro gastronómico con la cocina marinera malagueña y esta casa uno de sus puntales, pues no todos los turistas y visitantes buscan una cocina ecléctica, internacional o turística, los hay quienes prefieren un servicio más profesional, una carta de vinos diferente y con diversidad de referencias y, lo más importante, un producto de calidad, fresco y bien tratado en el fuego. Con sus fallos, que seguro los tiene como cualquier otro restaurante, La Reserva de Antonio ofrece esa hostelería distinta que demanda un número cada vez mayor de clientes. Aquí se practica una cocina sencilla, desprovista de adornos innecesarios, donde es el producto el que manda y los tiempos de fuego los que deben ser de cara a conseguir el sabor más primario de pescados y mariscos.
Una de las cosas que más me gustan de esta casa, dejando a un lado su cocina, son los distintos ambientes creados, es decir, una luminosa y amplia barra donde tapear y tomarse un buen vino, una sala cómoda por la ubicación de las mesas para degustar su carta y una pequeña terraza frente al mar muy agradable para las noches estivales, así como de un reservado para comidas o cenas más exclusivas o celebraciones.
Otro factor a tener en cuenta en esta casa es precisamente la sala, comandada por José Antonio García. En La Reserva, sala y cocina caminan al unísono para conseguir que el cliente se levante satisfecho de la mesa. Hay que seguir las directrices o consejos a la hora de elegir tanto pescados como mariscos y las formas de preparación, aunque personalmente prefiero siempre el punto de plancha que aquí le dan a los decápodos marinos que a la cocción en agua salada. Las carnes no siendo el fuerte de la carta, sí que están a la altura en cuanto a variedad de las mismas.
Gambas cocidas: Las gambas cocidas solo tienen dos secretos: mucha frescura y cocerlas en agua previamente salada apenas un par de minutos si queremos que no pierdan sabor, ni tampoco los jugos tanto de las cabezas, como del cuerpo.
Chuletón: La cocina marinera es el fuerte de esta casa y aunque las carnes están bien resueltas en la plancha, no llegan a alcanzar el grado de perfección que se otorga en esta cocina a los productos del mar. Un chuletón en su punto de fuego.
Cigalas plancha: Una capa de sal gorda justa y una plancha a su debida temperatura es más que suficiente para que las cigalas, de tamaño medio, salgan a la mesa con un punto de calor y jugosidad de sobresaliente alto al realzar el sabor de este marisco.
Tarta de queso: La tarta de queso está de moda y en La Reserva de Antonio elaboran una que sigue los cánones pasteleros de cómo debe estar una tarta de estas características. Muy conseguida con el toque de Crema de Chocolate Blanca Villa. Un acierto.
Dirección:Plaza del Remo, 6. Teléfono: 952 050 735. Cierre: Ningún día. Web: lareservadeantonio.com
Precios: Coquinas: 20€ Gambas: 26€ Chuletón (2 pax): 65€
Valoración: Cocina: 7 Sala: 7 Carta de vinos: 8 Calificación: 7,5 / 10
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