Cocina para toda la familia en el entorno natural y amable de Finca El Tinto

El del catering ha sido un sector muy castigado por la pandemia, pero si tienes a tu favor un precioso cortijo a un paso de ... la ciudad con terraza sobre la bahía de Málaga, diversificar servicios es una buena opción. Así lo vio Jenaro Briales, que dirige JL Catering, una joven empresa familiar a la que el tsunami del Covid-19 le sobrevino justo cuando estaba consolidando una clientela fiel. En verano empezaron a abrir como restaurante con una carta sencilla, basada en la tradición pero con un toque actual y cuya mayor fortaleza es el dominio de las elaboraciones caseras y la cuchara. Berzas con su pringá, callos a la malagueña, gazpachuelo de pescado y gambas, migas con lomo, chorizo, pimientos, huevos fritos y granada, arroz caldoso o cazuelas son algunas de las propuestas estacionales que rotan en una carta abierta a lo que ofrezca el mercado y la temporada, y que el público ya va buscando como santo y seña de la casa. Para abrir boca, entrantes como unas deliciosas croquetas de rabo de toro elaboradas de cero a partir de un buen guiso. Cremosas, grandes y llenas de sabor. La ensaladilla rusa de la casa, también muy gustosa, se elabora con gambitas y una mayonesa de sus cabezas y se sirve sobre una base de lechuga malagueña que le da un contrapunto crujiente. Hay entrantes más internacionales, como gyozas de pato, tacos mexicanos, un refrescante carpaccio de pulpo con picadillo de tomate, aguacate y cítricos, panes bao rellenos de gambas y mayonesa de kimchee o de costillas barbacoa, o brochetitas de pollo yakitori, pero los amantes de lo clásico disfrutarán también del sencillo atún en manteca. Dado que el entorno es perfecto para ir con niños (amplios espacios de naturaleza para jugar, columpios, gran distancia entre mesas...), la carta contiene diversas opciones para ellos, incluyendo algunas tan infalibles como los huevos fritos con papas y lomo o las hamburguesas de ternera, pero también guisos como el de jibia en salsa. Un servicio joven, atento y diligente, una carta de vinos breve de precios amables, postres golosos como el surtido de miniaturas, coulant o milhojas de hojaldre, y la posibilidad de tomar unas copas en la sobremesa, hacen de El Tinto una buena opción para salidas en familia.