Treze Teatinos: una cocina alternativa

La cocina de esta casa se caracteriza por una aplicación muy correcta de las técnicas de cocción y fuego para que las texturas de los productos sean las adecuadas en esa cocina ecléctica de fusión que impera en toda la carta. La carta de Treze no sólo hay que analizarla en su parte gustativa, también el cromatismo que presentan la mayoría de los platos y en el recipiente con el que llegan a la mesa, aunque a diferencia del primitivo Treze, la vajilla que se está utilizando en el nuevo local está más en la línea de lo que suele ser habitual en el resto de la restauración de este barrio malagueño. Otro de los factores que inciden bastante es precisamente la luminosidad natural que penetra desde el exterior y la claridad interior que llega a toda la sala a través de una buena iluminación.

Treze Teatinos está diseñado para satisfacer a un público joven, desenfadado, que no busca una gastronomía compleja y donde el factor precio es fundamental a la hora de elegir establecimiento. Para ir abriendo boca en su carta figura el apartado de aperitivos donde el clasicismo está servido y no faltan propuestas como el matrimonio de anchoa y boquerón, los chicharrones gaditanos, pero son las gildas, en especial la de queso y anchoas la que gana frente a otra gilda de cecina. Y como aperitivo final, las ostras, bien en tempura o con leche de tigre o ponzu.

w Ensaladilla: 7€w Croissant: 7,50€w Ostras tempura: 5,50€

Mi recomendación es inclinarse por las de tempura, aunque eso sí, deben llegar a la mesa a su temperatura justa, ni muy calientes ni frías. Como platos más contundentes, dejando a un lado el croissant con tartar de atún o el risotto con crema de trufa, figuran la vieira a la huancaína, preparado que vuelve a repetirse en el tartar de solomillo, y el tartar de atún rojo, platos ambos que ya proliferan en demasiados establecimientos con una cocina similar.

La carta de vinos de Treze Teatinos está evolucionando paulatinamente y dentro de unos precios muy acordes con la zona y su clientela. El servicio, muy joven, es diligente y se les nota las ganas de agradar, algo que se echa de menos en muchos restaurantes.

Los platos donde el huevo es un protagonista importante siempre suelen tener éxito en las cartas de los restaurantes, tal y como ocurre ahora con las ensaladillas. La de Treze lleva la patata hecha puré e impera el sabor del huevo.

Se ha convertido en uno de los clásicos del menú. Un buen corte de las patatas y una leve salsa mayonesa con el picante justo para cubrirlas. Los puristas de las bravas no estarán muy de acuerdo, pero estas merece la pena probarlas. Sin duda.

A vueltas con el huevo en Treze preparan un plato demasiado contundente por su tamaño. Se trata de un croissant que previamente plancheado se sirve con un huevo frito, tartar de atún y trufa. La combinación es demasiado empalagosa.

Uno de los platos más atractivos y mejor resueltos de toda la carta. Unas ostras, de tamaño medio, envueltas en una fina capa de harina y pasadas por la sartén el tiempo justo para que no le resten jugosidad.